En los últimos tiempos se ha hablado mucho (y muy bien) del Satisfyer, un succionador de clítoris que, en relativamente poco tiempo y gracias en buena medida a una excelente campaña publicitaria, se ha colocado en cabeza de la lista de ventas de juguetes eróticos. A él hicimos mención en nuestro artículo “El succionador de clítoris”. Pues bien: al Satisfyer le ha salido un duro competidor, el Osé Robotic Massager, diseñado y fabricado por la empresa Lora DiCarlo.
El Osé es un vibrador robótico destinado al placer de la mujer que saltó a la palestra pública durante el pasado año. ¿El motivo? Que a este vibrador robótico desarrollado a partir de la colaboración de Lora DiCarlo y la Universidad Estatal de Oregón, le fue retirado un premio a la innovación concedido por la que está considerada la mayor feria tecnológica del mundo, el CES, que se celebra cada año en Las Vegas (Nevada, Estados Unidos). Fue la Consumer Technology Associaton (CTA), asociación que forma parte del comité organizador del CES y también del jurado, quien tomó la decisión de retirar el premio al Osé, que había sido calificado, en distintos medios, como un dispositivo “inmoral” y “profano”.
Lora Haddock, propietaria de la empresa Lora DiCarlo, calificó tanto a la organización de la feria como a la CTA de tomar decisiones dejándose guiar por principios misóginos y sexistas. Al fin y al cabo, apuntaba Haddock, el CES había permitido, en años anteriores, la presencia de algunos juguetes sexuales. ¿Cuál era la diferencia entre el Osé y esos juguetes? Que el Osé es un juguete erótico enfocado íntegramente al placer femenino y ése, según Haddock, era el motivo que había hecho que fuera tan infravalorado por la CTA.
A las críticas lanzadas por la propietaria de Lora DiCarlo contra CES no tardaron en sumarse las críticas de hombres y mujeres que, desde las redes sociales, contemplaban la decisión de retirar el premio concedido al vibrador robótico Osé como una decisión inaceptable. Para impulsar una campaña de protesta utilizaron el hashtag #CESGenderBias (prejuicios de género en CES). La campaña resultó exitosa y, pasados unos meses, la organización de CES devolvía a Lora DiCarlo el premio concedido por Osé. Para contrarrestar la mala imagen que se había ganado, CES prometió que en la edición de este 2020 la feria pondría a disposición de algunas de las marcas de juguetes eróticos más punteras de este año un espacio oficial para que exhibieran sus productos.
Doble estimulación
El CES se ha celebrado a principios de este año en Las Vegas y en él, una vez más, han estado presentes Lora DiCarlo y su producto estrella, el Osé, este vibrador robótico que, tal y como apuntábamos al principio, se va revelando, poco a poco, como el gran competidor del Satisfayer. Los avances realizados en microrobótica e incorporados a este dildo vibrador, sumado a su flexibilidad, que le permite adaptarse a la figura del cuerpo para, así, mantenerse en su lugar sin necesidad de recurrir a las manos para sujetarlo (el Osé es un vibrador manos libres), hacen que este juguete erótico robotizado pueda realizar movimientos novedosos y que, pese a referirnos a él como un vibrador, no son exactamente vibraciones, que acaban posibilitando una doble estimulación. Y es que, por un lado, el Osé Robotic Massager se revela como un efectivísimo estimulador del punto G (el efecto que se consigue con él es similar al que se alcanzaría si, con un dedo, nos dedicáramos a acariciar el punto G) y, por otro, como un maravilloso succionador de clítoris. Esta doble estimulación permite, al decir de Lora Haddock, alcanzar “el santo grial de los orgasmos”.
Para conseguir esa doble estimulación el Osé dispone de un doble mecanismo. Uno de ellos se fundamenta en la existencia de una bola en el interior del Osé que, sobresaliendo, se mueve hacia arriba y hacia abajo reproduciendo así el movimiento de un dedo que, introducido en la vagina, se encargara de acariciar el punto G. Y el otro mecanismo que incorpora este vibrador robótico es un pequeño motor que absorbe el aire y que, al hacerlo, ejerce un efecto de succión y expulsión sobre el clítoris que permite reproducir el tipo de estimulación que éste recibiría si fuera objeto de una deliciosa y estimulante sesión de sexo oral. El diseño del Osé permite también que el eje de este vibrador robótico pueda adaptarse al ángulo pélvico y que se pueda optar por varias velocidades, tanto en lo que se refiere a la estimulación del punto G como en lo que se refiere a la succión del clítoris.
Finalmente, entre las características que convierten al Osé de Lora DiCarlo en un juguete erótico especial y muy valorado en el mercado de los productos eróticos es el hecho de disponer de sistema de control remoto, lo que lo convierte en un juguete sexual ideal para jugar en pareja y aumentar las posibilidades de interacción y de placer de la misma.