Cera en lugar de aceite
En alguno de nuestros posts hemos hablado de cómo el aceite de masaje se convierte en el mejor aliado a la hora de realizar un sensual y agradable masaje erótico. En esos posts hemos visto cómo el aceite de masaje permite el sutil deslizamiento de las manos o del cuerpo de quien masajea sobre el cuerpo de quien es masajeado y también cómo, dependiendo del tipo de aceite de masaje utilizado, éste puede ser afrodisíaco. En esta ocasión vamos a ver cómo pueden utilizarse las velas a la hora de realizar masajes eróticos.
Lo primero que hay que saber a la hora de utilizar velas para masajes eróticos es que no todas las velas existentes en el mercado son aptas para realizar un masaje erótico. Lo ideal es buscar un tipo de cera que contenga una importante cantidad de parafina. ¿Por qué? Porque la parafina se funde a una temperatura relativamente baja y eso es una garantía a la hora de verter la cera sobre la piel. Una cera que se derrita a altas temperaturas provocaría fácilmente algún tipo de quemadura. A la hora de derretir una cera hay que tener en cuenta que siempre se derretirá a temperatura más baja aquella cera que sea blanca que aquélla que sea de color. La cera de abeja y las ceras de gel quedarían también absolutamente descartadas como ceras aptas para realizar un masaje erótico.
La mejor opción, siempre, es escoger velas de marcas reconocidas y prestigiosas para, con ellas, realizar un seguro y sensual masaje erótico. Lelo, Shunga o Jimmy Jane son algunas de esas marcas que, aparte de otros productos eróticos, elaboran seguras y sensuales ceras para masaje erótico. Estas marcas nos ofrecen la posibilidad de gozar de velas para masaje erótico aromatizadas. El de la vainilla, la rosa, los frutos rojos, el chocolate, el coco, el loto… todos estos aromas pueden servir, incorporados a la cera para masaje, para añadir estímulos extras a un masaje erótico.
Una vez que se haya elegido la cera para masaje con la que queremos realizar nuestro masaje erótico deberemos colocarla en un lugar preferencial del lugar en el que vamos a realizar dicho masaje. Ese lugar debe estar al alcance de la mano y debe ser plano y estable para que, de ese modo, se evite un posible accidente y la persona que realiza el masaje pueda coger la cera cuando la necesite y sin tener que alejarse del cuerpo de la persona masajeada. Hay que pensar que, en un masaje, una interrupción puede echar por tierra todo el clímax conseguido.
La vela de masaje debe ser encendida con tiempo para que, cuando se vaya a utilizar, la cera esté derretida. Ese tiempo puede oscilar entre los 15 y los 30 minutos. Durante ese tiempo, la pareja puede dedicarse a los juegos preliminares, tan importantes en una relación erótica. La luz que la vela para masaje proporcione servirá para ambientar el lugar y crear una intimidad que reforzará la sensualidad del masaje erótico.
Seguridad y sensualidad
Una vez derretida la cera, y tras probar que el líquido en que la misma se habrá convertido tiene la temperatura ideal para dar calor pero no quemar, hay que arrojarla sobre el cuerpo de la persona que va a ser masajeada. Casi todos los manuales dicen que la cera derretida debe ser arrojada desde unos veinte centímetros. Según se indica en dichos manuales, esa distancia permite que la gota de cera caliente se vaya enfriando progresivamente mientras cae. Por nuestra parte, nuestro consejo será, siempre, el de experimentar. Si quieres realizar un masaje a tu pareja, prueba a arrojar sobre su cuerpo esa cera desde distancias más o menos lejanas y comprueba el efecto que produce sobre tu chica.
Al arrojar la cera sobre el cuerpo hay que tener en cuenta que hay diversas partes de ese cuerpo sobre el que en ninguna circunstancia hay que arrojar cera caliente. El interior de los oídos, la boca, la cabeza, los pezones, el ano o los genitales son zonas vedadas a la hora de arrojar la cera caliente. Eso no quiere decir que, posteriormente y cuando la cera esté distribuida por el cuerpo y convenientemente enfriada, no puedan masajearse algunas de esas zonas, pero para arrojar la cera caliente para masaje erótico es mejor escoger otras zonas que, siendo sensibles, no sean tan delicadas como lo son las zonas señaladas. Esas zonas sobre las que puede arrojarse la cera caliente pueden ser el vientre, las nalgas, las piernas, la espalda o en mitad de los pechos.
Hay que evitar, al arrojar la cera caliente sobre el cuerpo de la persona que va a ser masajeada, que aquélla no caiga sobre el cabello. Y es que hay que tener siempre presente que la cera no sale fácilmente del cabello. Para verter cera sobre el cabello hay que tratar a éste previamente con algún tipo de aceite para bebé o aceite de masaje. Si, finalmente, la cera se engancha al cabello, habrá que quitarla utilizando algún tipo de acondicionador y un peine especial y fino.
Una vez arrojada la cera sobre el cuerpo, hay que actuar con rapidez si no queremos que la cera se solidifique antes de que hayamos podido masajear a nuestra pareja. Recuerda que la idea es utilizar la vela para añadir sensualidad al masaje erótico, no para convertir a nuestra pareja en una figura de cera con la que adornar el museo de Madame Tussauds.