Despierta tu sexualidad
Las prácticas y meditaciones tántricas deben ser entendidas como puertas de entrada a una mayor conciencia, un modo fantástico para despertar y estimular unos sentidos que acostumbramos a tener dormidos. El baile erótico es uno de los mejores modos que tenemos de hacerlo. El baile erótico tiene la facultad de encender en nosotros poderosa fuerza sensual que recibe el nombre de “energía kundalini”.
Estimular la libido
El Tantra y sus prácticas te animan a despertar cada aspecto de tu sexualidad. Es él quien te ayuda a disfrutar de una manera rica y plena de la vida. Con felicidad. El auto-placer es una forma de cumplir ese despertar. También lo es el compartir un tiempo de meditación con tu pareja. Y hasta la actividad física puede convertirse en un camino para poder disfrutar más y mejor de tu sexualidad. El baile erótico es una actividad cargada de energía, algo que puede ayudarte a recordar el subidón de adrenalina y energía que sientes cuando el amor se presenta ante ti. Oído, tacto y vista son estimulados especialmente por el baile. Aprovecha esa oportunidad que el baile te brinda para aumentar tu energía sexual y para disfrutar de ella.
Energía kundalini
Kundalini es una energía vital que se obtiene de la kunda, una glándula situada justo detrás del sacro. Cualquier persona tiene la capacidad de despertar su energía kundalini. Cuando esto sucede, la energía kundalini trepa por el cuerpo, como una serpiente, lo que hace que los chakras se vaya despertando. Esa estimulación progresiva del cuerpo llega finalmente al cerebro, y es el cerebro el que, como si se tratara de una explosión, percibe la iluminación del cosmos.
Bailando para un amante invisible
Prueba la meditación que te proponemos a continuación sólo con una finalidad: despertar tu sexualidad y tus deseos. Deja que tu cuerpo se exprese según su deseo. Deja que baile. Con el movimiento del baile erótico, tus niveles de energía aumentarán y estarán más despiertos, a la captura de nuevas sensaciones. Acaricia tu cuerpo y sé consciente de la suavidad de tu piel. ¿Cómo te sientes tocándote? Fíjate en tus sensaciones. Tu cuerpo está diseñado para ser sexy, así que ¡sé sexy!
Puedes buscar alguna danza erótica para empezar la bailar. Tiene que ser una música que te estimula. Siéntela y atiende a su mandato. Seguramente te está ordenando que te muevas. Hazlo mientras piensas en la imagen de un amante que te está observando lentamente mientras lo haces.
Para estimularte, puedes cambiar la imagen de tu amante. No es pecado pensar en otra persona. El pensamiento te ayudará a estimularte, a sentirte mejor y a gozar y a hacer gozar mucho más a tu pareja.
Empieza a quitarte la ropa lenta y sensualmente. Ve revelando progresivamente más y más partes de tu cuerpo mientras piensas que se lo vas ofrendando a tu pareja. Cada centímetro de tu cuerpo tiene su atractivo y su interés. Cada uno puede ser objeto de una pequeña o gran obsesión por parte de tu pareja.
Una vez desnudo, baila disfrutando de tu belleza. Libera las caderas, deja que la serpiente kundalini despierte de su letargo y trepe columna vertebral arriba. Siente el fuego de su energía haciendo presa de ti, estallando en cada vértebra.
Acuéstate tras el baile, imaginando que tu amante sopla un cálido aliento sobre tu cuerpo.
Acaríciate imaginando que son las manos de tu amante las que lo hacen. Deje que la pasión vaya aumentando poco a poco dentro de ti. Tócate la cara, el cabello, todas esas partes de tu cuerpo que, tal vez, no acostumbras a acariciar. Acaricia tus genitales con amor, lentamente.
Permite que las manos de ese amante imaginario te vayan transportando a un lugar de gozo orgásmico. Deja que la oleada de ese orgasmo te arrastre y te lleve a un playa llena de serenidad y paz.
Disfruta de esa paz como has disfrutado del viaje hasta ella.
Conexión mediante celebración
Debería convertirse en obligación el hecho de celebrar tu vida con tu pareja de manera habitual. El tiempo compartido con ella nunca es un tiempo perdido. Invertidlo en estar en contacto con la naturaleza, en bailar o en practicar juntos juegos imaginativos de todo tipo, no exclusivamente sexuales. Todo ello ayudará a despejar vuestra mente de nubarrones, en aliviar de preocupaciones el corazón, en añadir intimidad a vuestra relación y, por supuesto, a revitalizar y revigorizar vuestra vida sexual. Haciéndolo, impediréis que la carcoma de la rutina os la vaya convirtiendo poco a poco en serrín. Gracias a ello, viviréis cada encuentro sexual como si fuera el encuentro de dos amantes que acaban de encontrarse.