Masajes previos al masaje erótico
Hay tres tipos de masaje que, sin estar destinados directamente a aumentar el placer sexual, sí que pueden servir como aperitivo y como método muy adecuado para relajar el cuerpo y, así, prepararlo para gozar de la maravilla de un gran masaje erótico. Esos tres tipos de masajes a los que nos referimos son el shiatsu, el masaje de Proskauer y la terapia de polaridad. Si no realizados en su totalidad, estos masajes sí pueden aportar algunas técnicas o tipos de contacto que pueden servir al fin que nos proponemos: adecuar la totalidad de nuestro cuerpo a una experiencia intensamente sensitiva.
El shiatsu
El shiatsu es una forma de masaje japonés que se aplica casi enteramente con los pulgares. Esta forma de masaje se empezó a articular a principios de siglo y tiene en el de Tokujiro Namikoshi (1905-2000) a su artífice principal. Namikoshi combinó las técnicas tradicionales y los conocimientos fisiológicos y anatómicos de la medicina occidental para crear esta forma de masaje que fue reconocida por el Ministerio de Salud japonés en 1957.
El shiatsu como forma de masaje nace de una concepción de la salud muy particular. Según dicha concepción, el estado de salud de una persona depende fundamentalmente de cómo fluye su energía vital a lo largo de su cuerpo. Ese fluir siempre se produce a través de unos canales que reciben el nombre de meridianos.
El masaje shiatsu incluye estiramientos, movilizaciones y manipulaciones articulares, pero su fundamento principal es el de aplicar presión con pulgares y con las palmas de la mano sobre diferentes partes del cuerpo. Esta presión debe ejercerse durante varios segundos sobre determinados puntos del cuerpo. Esos puntos son, precisamente, los meridianos de los que hemos hablado anteriormente. Presionando sobre ellos podremos reconducir y, con ello, mejorar la circulación de la energía.
Para que el masaje shiatsu pueda ser considerado un masaje completo debe ser realizado para cubrir todo el cuerpo. Lo habitual, sin embargo, es utilizar este masaje con fines terapéuticos. Cuando es así, la presión se aplica sólo en algunos puntos. La inmensa mayoría de estos puntos están ubicados en lugares del cuerpo que pueden ser masajeados por la misma persona. Esto hace que el shiatsu sea un tipo de masaje muy apropiado para el automasaje. A nosotros, sin embargo, lo que más nos interesa de este masaje en particular (y de todo tipo de masaje en general) no son sus posibilidades terapéuticas, sino aquellas aplicaciones que, previas a la realización de un masaje evidentemente erótico, puedan servir para relajar el cuerpo de la persona masajeada y para prepararlo para captar y disfrutar de ese otro masaje que no será otra cosa que una placentera y muy estimulante excursión hacia el gozo.
Quien desee aplicar a su pareja un masaje shiatsu debe saber que para hacerlo necesitará realizar un esfuerzo especial, por lo que, para evitar un rápido cansancio, deberá estar convenientemente entrenado para adquirir fuerza y, sobre todo, resistencia.
Una vez adquirida la preparación física adecuada, quien realice un masaje shiatsu podrá introducir en el mismo una serie de cambios de ritmos que, combinados con otros tipos de masaje más occidental, servirá para realizar un masaje muy eficaz.
Masaje de Proskauer
Otro tipo de masaje que puede ser muy útil a la hora de preparar el cuerpo para recibir un fantástico y estimulante masaje puede ser el llamado masaje de Proskauer. Magda Proskauer, gimnasta terapeuta alemana, ideó un tipo de masaje que se fundamenta esencialmente sobre la respiración. El masaje de Proskauer debe ser aplicado amoldándolo a los ritmos respiratorios. Mientras el masajeado espira, quien realiza el masaje debe pasar la mano de una manera suave por las partes musculares del tronco que intervienen en la respiración.
El objetivo fundamental de este tipo de masaje es conseguir que la persona masajeada adquiera una mayor conciencia de su respiración. Adquiriéndola, podrá mejorar sus prestaciones respiratorias, tan necesarias cuando quiera practicar cualquier tipo de ritual tántrico o cuando desee extraer el máximo de beneficios y placer de un masaje erótico.
Terapia de polaridad
El Dr. Randolph Stone, médico suizo, especialista en osteopatía, naturopatía y quiropraxia, viajó por todo el mundo para aprender antiguas técnicas curativas. Esto le llevó a adquirir importantes conocimientos de acupuntura, reflexología, shiatsu y masaje oriental. De la fusión de todos esos conocimientos y de su propia reflexión e iniciativa surgió la llamada “terapia de polaridad”.
Según esta teoría, los seres humanos somos algo más que una suma de huesos, nervios, músculos, órganos y piel. En cierto modo, el cuerpo humano es una especie de circuito eléctrico. El cuerpo estará sano cuando en dicho circuito eléctrico la energía fluya de una manera correcta, sin interrupciones ni bloqueos. Cualquier cortocircuito que se produzca afecta directamente a la totalidad del campo energético que el cuerpo es.
Equilibrar las diferentes corrientes de energía que se produzcan entre los tres polos existentes en nuestro cuerpo es la tarea fundamental que debe cumplir la terapia de polaridad. Al igual que el masaje de Rolf, el tipo de masaje que caracteriza la terapia de polaridad se aplica con el nudillo, el pulgar o el codo. En la terapia de polaridad, de hecho, se utilizan y aplican tres tipos de contacto:
- -El sátvico, que es un contacto ligero y relajante que estimula la inhalación profunda y, con ella, la relajación.
- -El contacto rajásico, que es un contacto más direccional y fuerte, sobre el músculo. En ciertos momentos, este tipo de contacto suaviza su intensidad para volverse una especie de vibración aplicada con la yema de los dedos.
- -El contacto tamásico, que implica una presión profunda que intenta eliminar la tensión y las toxinas acumuladas en el músculo. En algún momento este contacto puede resultar algo doloroso. Cuando eso sucede, el contacto sátvico vuelve a devolver la placidez ligera y relajante.
Este tipo de masaje tiene un directo efecto antiestrés que permite al cuerpo desplegar esas propias capacidades naturales que y esas corrientes energéticas que deberían fluir de manera libre y que, por un motivo u otro, se encuentran bloqueadas.
El masaje propio de la terapia de polaridad puede ser, también, una fantástico masaje que permita la relajación del cuerpo y la sensibilización de éste para que pueda captar y disfrutar de manera conveniente todos los matices de placer de un sensual masaje erótico.