Un Tantra estereotipado
Estamos acostumbrados a hablar del Tantra como un todo que engloba un nutrido grupo de prácticas en las que meditación, técnicas de respiración y técnicas sexuales se mezclan para, entrelazadas unas con otras, perseguir el crecimiento espiritual del ser humano. Así, el Tantra se ha entendido como un arte y una ciencia, una forma de vida y un camino espiritual, una búsqueda de la unión entre cuerpo, mente y espíritu que hinca sus raíces milenarias tanto en las tradiciones chamánicas de la India como en los orígenes del Yoga y el Taoísmo.
Fue la apertura a la cultura hindú experimentada a raíz del movimiento hippie durante los años sesenta y principios de los setenta la que hizo que la noción de Tantra llegara a Occidente. Que lo hiciera un poco a la ligera y llena de estereotipos fue, en cierto modo, irremediable. El estereotipo actúa por reduccionismo y el reduccionismo es, sin duda, el atajo preferido por la mente cuando debe enfrentarse a lo desconocido.
Así, lo que ha llegado a Occidente del Tantra es algo así como una versión light de él. En esa versión, la sexualidad y su disfrute se convierten en el eje principal de la práctica tántrica, quedando relegado a un segundo plano todo lo que tiene que ver más directamente con lo mental y espiritual.
En los últimos tiempos, sin embargo, se va profundizando algo más en el conocimiento de lo que es el Tantra. Así, y pese a ser el Tantra uno solo, se ha empezado a diferenciar en algunos círculos entre dos modalidades del Tantra. A una de ellas se la ha llamado Tantra blanco. A la otra Tantra rojo.
Diferencias entre Tantra blanco y Tantra rojo
¿Qué diferencias existirían entre estas dos modalidades del Tantra? El Tantra blanco sería aquella modalidad que engloba aquellas prácticas tántricas que se practican en soledad o en pareja. Esas prácticas serían, por ejemplo, los pranayama o ejercicios respiratorios, las mudras o posiciones que adoptan las manos durante la meditación, las acciones destinadas a contener o expandir la energía, las visualizaciones, los métodos para sintonizar las energías de la pareja, etc.
El Tantra rojo, por su parte, sería aquella modalidad del Tantra que centraría su atención de manera especial en la sexualidad y en el uso de los sentidos y del placer para conectarse con el Universo.
Según esta diferenciación entre Tantra blanco y Tantra rojo, el primero vendría a ser algo así como una preparación para el segundo. Es decir: las prácticas propias del Tantra blanco servirían, según esta diferenciación, para adquirir la maestría necesaria para extraer de la práctica sexual sus máximos beneficios espirituales.
La visión satánica del Tantra rojo
Pero ésta no es la única visión existente sobre el Tantra rojo. Según esta segunda visión, la práctica tántrica podría realizarse recorriendo dos caminos. Uno de ellos es el llamado “sendero de la mano derecha”. El otro, el “sendero de la mano izquierda”. El primero de esos senderos conduciría, y gracias a la práctica del sexo más sublime, al Tantra en estado puro. El segundo, por el contrario, estaría relacionado directamente con el satanismo y tendría un objetivo: despertar las pasiones primarias y más animales del ser humano.
¿Qué prácticas eróticas formarían parte del Tantra rojo? En general, y según esta visión casi demoníaca del Tantra rojo, formarían parte de él todas aquellas prácticas eróticas que fueran más allá de los límites impuestos por la sociedad. Decir eso, sin duda, es decir poco. Después de todo, cada sociedad pone sus límites en un lugar y a una distancia diferente. Una sociedad hindú no colocará esos límites en el mismo lugar que una sociedad árabe y ninguna de ellas los emplazará en el mismo punto en que lo hará, por ejemplo, una sociedad cristiana occidental. Ciertas prácticas serán aceptadas en una de ellas y en otra no.
La sociedad hindú, por ejemplo, incluye el llamado rito del panca tattva entre las prácticas que, de manera consciente, quiebran varios tabúes de la cultura hindú referentes al sexo y a la ingesta de determinados alimentos.
¿En qué consiste exactamente el rito del panca tattva? En hacer partícipes de una especie de “fiesta sexual” u “orgía” a cinco ingredientes que hacen referencia a los cinco elementos que forman la naturaleza, es decir: éter, aire, fuego, agua y tierra. Estos cinco elementos, que formarían lo que se conoce con el nombre de “pentate”, estarían representados respectivamente por la mujer o el intercambio sexual, el vino, la carne, los peces y los cereales. Disfrutando de manera inteligente de estas cinco “M” (maithuna, madya, mamsa, matsya y mudra) se invoca a la potencia de esos cinco elementos y se actualiza en nosotros.