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Quienes vienen siguiendo los diferentes artículos que en esta web hemos dedicado al Tantra y a la práctica tántrica ya habrán comprendido que el Tantra y la práctica tántrica, para resultar efectivos, deben ser instalados y acomodados a la vida diaria. El Tantra no es algo que podamos practicar un día, abandonar en un rincón y retomar unas semanas después. El Tantra, esa filosofía de vida que persigue el placer en cada pequeña cosa de la vida y en cada gesto cotidiano, sólo será efectivo cuando se convierta en parte inseparable de nuestro día a día.
Sabemos que la práctica tántrica es una práctica que debe ir más allá de lo exclusivamente sexual. Sabemos que el sexo es parte importante del Tantra, sí, pero es sólo una parte de él. Cualquier pequeño acto cotidiano que hagamos debe estar, en cierto modo, influenciado por el Tantra. Sólo de ese modo conseguiremos obtener de él el máximo placer y alcanzaremos lo que debería ser uno de nuestros principales objetivos vitales: el de estar completa y positivamente conectados con el presente para, así, disfrutarlo al máximo y sentirlo siempre como una experiencia positiva y enriquecedora que nos haga sentir felices.
El Tantra, como el yoga, persigue nuestra unión con el resto de la creación, una interconexión con todas las fuerzas de la naturaleza que imposibilite la aparición de ese sentimiento de soledad que, una vez aparecido, puede arruinar nuestra felicidad y, con ello, nuestra vida.
Para conseguir esa unión hay que partir de un punto fundamental: el de concebir nuestro cuerpo como una divinidad a la que hay que honrar. ¿Y cómo podremos honrar a nuestro cuerpo? ¿Cómo podremos adorarlo como se merece? Fundamentalmente, cuidándolo. Y cuidar el cuerpo significa, ante todo, alimentarlo convenientemente y, por supuesto, realizar un ejercicio psicofísico adecuado.
La alimentación Sattvica-Rajasica (de la que hablaremos con mayor profundidad en algún otro post) de encargarse de aportar los nutrientes necesarios para que lo espiritual y lo corporal dispongan de la energía suficiente para funcionar correctamente. El ejercicio psicofísico nos permitirá liberar las toxinas físicas y psíquicas que pueden perjudicar o lastrar a nuestro comportamiento.
Convertir una alimentación sana y variada y la práctica de ejercicios psicofísicos en algo cotidiano es básico a la hora de convertir el Tantra en una experiencia diaria que acabe revolucionando nuestra vida y haciéndola cambiar para mejor.
¿Cómo hacer del Tantra algo cotidiano
Para llevar el Tantra a la vida cotidiana puedes, también, hacer alguna de las cosas que a continuación te recomendamos:
- – Inicia el día con una meditación. Esa meditación debería realizarse poco antes de que el día naciera. Al poner en práctica dicha meditación estarás, en cierto modo, saludando al nuevo día.
- – Bebe un vaso de agua tibia, haz tus abluciones e intenta evitar, al menos un día a la semana, cualquier tipo de conexión radiofónica o telefónica con la actualidad. Es decir: obvia las noticias, no las leas ni escuches; intenta limpiar la mente de actualidad.
- – Concéntrate en el placer de desayunar y en los sabores de todo lo que ingieras. No hace falta decirte que los alimentos que ingieras deben ser alimentos sanos y ajustados a esa dieta llamémosle tántrica de la que te hemos hablado.
- – Intenta sonreír durante todo el día. Esto, seguramente, exigirá al principio una concentración mental, pero cuando lo conviertas en un hábito lo realizarás sin esfuerzo, de manera automática. Intenta demostrar este cambio de humor agradeciendo a las personas que te rodean todo aquello que puedas agradecerles. Convierte la amabilidad en una de tus características personales.
- – Haz que tu trabajo se convierta en un placer. Tener un trabajo que nos guste y que nos permita sentirnos realizados puede ser de gran utilidad a la hora de llevar el Tantra a nuestra vida cotidiana.
- – Camina al menos durante media hora al día.
- – Aliméntate bien.
- – Intenta quedar con amigos o con gente querida que te permita sentirte bien y romper las paredes de un hipotético sentimiento de soledad.
- – Lee libros que te enriquezcan.
- – Disfruta de la música.
- – Haz cualquier tipo de actividad artísticas: esculpir, fotografiar, pintar, tocar un instrumento, escribir…
- – Practica tu forma de respirar para conseguir una respiración adecuada que, al mismo tiempo que te aporte el oxígeno que necesitas para vivir y funcionar corporalmente de una manera correcta, te permita relajarte o experimentar una sensación de calma que te aleje de todo estado de estrés.
- – Anota tus sueños. Conocer tus sueños puede servirte para conocer aquellas preocupaciones que más te corroen y, gracias a ello, poder ponerles coto.
- – Respeta a cada ser natural que te rodea.
- – Dedica un tiempo a la meditación.
Convirtiendo estos actos en algo cotidiano conseguirás que el Tantra y sus beneficios se adueñen de tu día a día y, así, tu vida cambie para mejor. Esa mejor conexión con todo lo que te rodea te convertirá en una persona más feliz que sabrá gozar más y mejor de su presente y que estará capacitado para dar a su pareja lo mejor.