sexo
La armonía sexual en el Tantra
La satisfacción plena durante las relaciones sexuales entre las fuerzas masculinas y femeninas acostumbra a proporcionar resultados eléctricos. Cuando los deseos sexuales y emocionales se sienten satisfechos, los sentidos de la persona reviven con nuevas energías, y la pareja que disfruta de dicha satisfacción sexual experimenta una embriagadora sensación de pasión y conexión interna.
Meditación y sexo
Concentración sexual La imagen la hemos visto en alguna que otra película japonesa o que desee plasmar…
El placer de desnudarse mutuamente
El sexo como ritual El Kamasutra no deja nada al azar. Cada pequeño gesto, cada caricia, cada…
El principio femenino
Para la filosofía Tantra, cada mujer es una diosa que personifica el principio femenino, el principio yin. La mujer puede abrazar su verdadera esencia femenina durante la práctica del acto sexual. Al abrazar esa esencia femenina, la mujer se siente más feliz, completa y abierta a su pareja, con la que consigue, así, una unión más íntima y fuerte.
El abrazo en el Kama Sutra
Un abrazo bien dado puede encender la mecha de la lujuria. Que ésta estalle o no dejando a los cuerpos ardiendo de deseo enfrentados finalmente al momento anhelado de la penetración puede depender de la calidad de esos abrazos previos. Vatsyayana lo tenía bien presente cuando escribió su Kama Sutra y por eso describió y recomendó una serie de abrazos.
El arte tántrico del striptease
El sexo tántrico no puede ser concebido sin estimulación. Es más: la estimulación es el fundamento del sexo tántrico. Estimulación en todos los sentidos. También, lógicamente, visual. Realizar un striptease para nuestra pareja puede ser un modo perfecto de comenzar una noche de pasión desbordada. La combinación de exhibicionismo y deseo de complacer a la pareja puede resultar muy explosiva y estimulante.
Del francés a la cubana: geografía erótica de la práctica sexual
Hay misterios insondables que difícilmente podrán hallar respuesta. Uno de ellos es el de saber por qué determinadas prácticas sexuales tiene un determinado nombre. No nos referimos, claro, al caso de la postura del perrito. Si uno ha visto el coito de un perro y una perra sabrá perfectamente de dónde proviene el nombre de esa postura erótica que tantos y tan acérrimos defensores tiene. Pero… ¿por qué un francés es un francés y una cubana es una cubana?
Sexo animal
La idea que se tiene del sexo tántrico acostumbra a girar en torno al eje de la tranquilidad. El sexo tántrico acostumbra a ser percibido como una actividad sosegada y tranquila, llena de rituales encaminados a ahondar en la conexión entre los miembros de la pareja. Pero el sexo tántrico puede tener, también, su lado salvaje. En el sexo tántrico también cabe el sexo animal, el sexo primitivo, el sexo en el que los miembros de la pareja se dejan ir y dejan que sus instintos salgan a la luz sin cortapisas ni barreras.
El coqueteo
El coqueteo, ese intento continuo de seducir al otro que siempre se da en las fases iniciales del amor, suele quedar arrumbado cuando la relación de la pareja se afianza y la rutina se apodera de la misma. La adulación, la risa, el tacto ligero y, sobre todo, el contacto visual, van perdiendo protagonismo en la relación. Recuperar el coqueteo es fundamental para insuflar nueva vida erótica a una relación que empiece a dar claras señas de empezar a marchitarse bajo la losa siempre aplastante de la rutina.
Cuidados de la vagina
Los años pasan. Y los años pasan para todos y cada uno de los órganos de nuestro cuerpo. Ninguno de ellos queda al margen de esa ley implacable. También la vagina queda expuesta, y de qué manera, a los dictados inmisericordes del Rey Tiempo. La menopausia será, sólo, la forma más extrema de la plasmación de esa ley. Cuando ella llegue, la vagina experimentará una serie de cambios que, en muchas mujeres, tendrán nombres tan poco excitantes y atrayentes como sequedad, dolor o disminución de la libido.
Maithuna: el lento camino hacia el orgasmo
Hay un término sánscrito fundamental en el Tantra. Ese término es Maithuna. Cuando hablamos de Maithuna estamos hablando de una unión sexual que tiene lugar dentro de un ritual. En dicho ritual se reproduce la danza y unión cósmica entre lo femenino y lo masculino. Una relación de sexo fugaz no puede participar de los placeres que el Maithuna puede proporcionar a una pareja que desee entregarse al sexo sin prisas ni atropellamientos, disfrutando en todo momento de un lento viaje que conducirá, finalmente, a un orgasmo de una intensidad especial.