masturbación
El sexo, un ejercicio muscular
Ya sabes, se te ha dicho mil veces en campañas informativas de todo tipo, que el ejercicio físico regular mejora tu calidad de vida. Pues bien, ese mismo consejo es válido cuando hablamos de sexo. Mediante la realización de un ejercicio sencillo llamado Kegel, puedes mejorar notablemente tu orgasmo.
Los beneficios del single
La nuestra es una cultura que ha fomentado la idea del amor romántico y de la vida en pareja como modelo ideal de vida. Eso ha supuesto que la soltería se haya publicitado como un castigo. Lejos de aceptar esa idea, el single (versión moderna del soltero o soltera de toda la vida) debe desdeñarla y disfrutar de su estado.
Masturbando al hombre
La mayoría de los hombres adoran que se les practique una combinación de golpes en pene y testículos. La mayor parte de las mujeres, cuando tocan esos órganos, lo hacen suavemente, demasiado suavemente. No tengas miedo de coger pene y testículos con firmeza. Aunque pueda parecer lo contrario, el hombre acabará agradeciéndotelo.
Técnicas para prolongar la excitación
La mayor parte de las parejas desean por encima de todo prologar y aumentar en la medida de lo posible la excitación que se produce en la realización de los masajes eróticos y amorosos. Acabar pronto los mismos por la llegada intempestiva del orgasmo deja en la boca un regusto a fracaso. Los hombres buscan prolongar su excitación para, así, poder proporcionar a la mujer el mayor placer posible.
El auto-placer femenino
En el mundo tántrico, la vagina recibe el nombre de yoni. Yoni significa “cueva de las maravillas”. El nombre le viene de perlas. Son muchas las maravillas de placer que tú, mujer, puedes encontrar en tu vagina y en los rincones de su compleja anatomía. El auto-placer, qué duda cabe, te ayudará descubrir y a experimentar con todo lo que tu cuerpo en general y tu yoni en particular pueden ofrecerte.
El vibrador de dedo
Ha llegado el momento de apostar por lo sencillo. Que lo sea no quiere decir que no sea efectivo. Se desprecia demasiado el acto de masturbarse mutuamente, en pareja. Se asocia demasiado a la adolescencia y a una paja apresurada en el asiento trasero de un coche. Hay que pensar que masturbar a tu pareja es un acto eminentemente placentero y sólo por eso, por ser placentero, merece nuestro respeto y nuestro aplauso.
El masaje genital masculino
Una vez que hayas masajeado durante treinta minutos o más el cuerpo de tu pareja, pregúntale si puedes masajear sus genitales. La petición de permiso es una muestra de respeto y, al mismo tiempo, una fuente de confianza y seguridad. Dile que se concentre en sus sensaciones y que respire profundamente. Que se olvide de toda acción y se entregue al placer.
El auto-placer masculino
Cuando nos movemos en el universo tántrico, el auto-placer no es otra cosa que un camino que escoge uno mismo para abrir los canales de energía que tenemos en el cuerpo para que dicha energía fluya por ellos. Abriendo esos canales, seremos más conscientes de las sensaciones que tengamos y de la respuesta que nuestro cuerpo da al placer y al tacto. La activación de nuestros chakras hará que nos sintamos completamente vivos.
Juguetes para el pene
¿Has visto alguna vez algún material publicitario que cante las excelencias de un producto que te serviría para agrandar tu pene? Seguro que sí. Después de todo, este tipo de publicidad nace de algo básico: intentar vender gracias al aprovechamiento de algo que desde que el hombre es hombre le ha venido causando una gran inseguridad sexual.
El masaje genital para ella (II)
Tras haber masajeado el clítoris y la vulva de tu pareja, ha llegado el momento de masajear su vagina. Este masaje erótico servirá para que conozcas mucho mejor su cuerpo y su respuesta a tus estimulaciones más íntimas.
El multiorgasmo, más acá de la quimera
La búsqueda de múltiples orgasmos seguidos sin que transcurra mucho tiempo entre ellos ha sido y es uno de los grandes objetivos de muchas mujeres (y de muchos hombres). La razón de esa búsqueda es principalmente lúdica. Pura diversión.