Redescubrir a tu pareja, un reto del Tantra
Si deseas despertar a una nueva vida espiritual y sexual, debes aceptar y abrazar las diferencias de los demás, en especial de tu pareja. Serán vuestras diferencias sexuales las que creen la chispa de energía y emoción que os lleve en volandas hasta la dicha del orgasmo. Es a la vez emocionante y difícil abrir nuevas vías de expresión en una relación amorosa que ya lleva un recorrido más o menos largo y que tiene ciertas rutinas interiorizadas. También es arriesgado. Pero la asunción de ese riesgo y el hecho de añadir un nuevo factor de vulnerabilidad es el camino para disfrutar de nuevos beneficios y dichas.
¿Recuerdas la emoción de las primeras veces que hiciste el amor con tu pareja? Entonces, todo sabía a nuevo. Es la rutina, posiblemente, quien haya hecho que, en parte, eso se olvide y que, en cierto modo, hayas olvidado lo que tanto te atrajo de esa persona. Imagina por un momento que, durante apenas dos horas a la semana, puedes desconectar de todas tus preocupaciones, y puedes volver a conectarte con tu pareja. Deja que el Tantra te proporcione una ruta de acceso a tu pareja. Deja que él te permita redescubrir lo que en otro momento te deslumbró. A buen seguro eso que en su día te deslumbró, desarmó tus defensas y te hizo entregarte a otra persona, seguirá haciéndolo.
10 minutos para observar la divinidad en tu pareja
Esta meditación que te proponemos a continuación te anima e incita a que descubras la divinidad que habita en tu pareja. Puedes utilizarla siempre que quieras, en solitario o formando parte de meditaciones tántricas más complejas y completas.
- 1. Sentaos el uno frente al otro cómodamente.
- 2. Buscad suavemente vuestras miradas. Respirar lenta y profundamente. Aparta las irritaciones y molestias que puedas haber acumulado durante el día. Resistid la tentación de dirigiros la palabra el uno al otro. Permaneced en silencio. El silencio es la puerta de entrada a la meditación.
- 3. ¿Puedes reconocer esa parte de divinidad que habita en tu pareja? Busca en las aguas profundas del océano de su alma e intenta descubrir y comprender sus necesidades físicas y afectivas. Intenta conectar con tu pareja mentalmente y transmitirle tu energía, el fuego que arde dentro de ti.
- 4. Seguid mirándoos el uno al otro al menos durante cinco minutos. Al final, moveos y haced algunos estiramientos.
El juego del yin y el yang
Esta meditación puede ayudar a comunicar y enseñar a los demás, sin palabras, el tipo de contacto que a ti más te gusta. Las funciones del dador y el receptor se vuelven deliberadamente confusas, favoreciendo de ese modo la experiencia tántrica que nos enseña que dar y recibir se entrelazan entre sí y son igualmente acciones agradables y placenteras. Intercambiar los papeles de tanto en tanto es fundamental. Que la persona dadora se convierta por un tiempo en receptora y al revés.
Antes de comenzar a realizar cualquier tocamiento o caricia hay que determinar si ésta ha de ser suave y tierna o erótica y juguetona. Hay que aprender a concentrarse en la realización de esa caricia y no dejar que otros pensamientos interfieran en la acción. Hay que dejar que los cuerpos respondan por sí mismos, sin intoxicaciones mentales.
Para comenzar, sentaos frente a frente y realizar el ritual namasté.
Decidid quien será el iniciador del ritual (yang). El yang determinará todo lo que vaya sucediendo. Será la parte activa. La pasividad corresponderá al yin. Los deseos del yin, en este caso, quedan un poco aparte. El yin debe limitarse a dejarse hacer.
El yang comienza a tocar al yin, pero no debe tocarlo de cualquier manera. Debe hacerlo tal y como a él le gustaría ser tocado. Si puede ser utilizando algún tipo de aceite de masaje, mejor que mejor. Yin, a partir de aquí, debe tocar a yang de la misma manera que está siendo tocado. Debe seguir sus movimientos. Para que esto pueda realizarse, es importante que yang no realice movimientos bruscos ni acelerados. El toque de yang, calcado por yin, debe ser lento y debe fluir de manera que yin pueda seguirlo fácilmente.
Si eres el yang, piensa en el contacto que te gustaría recibir y toca así a tu pareja. Comprueba su respuesta. Si ves que su movimiento es demasiado rápido, haz el tuyo más lento. Puedes hacer uso de la palabra para corregir cualquier tipo de movimiento que no esté realizándose de la manera adecuada. Eso sí: que los comentarios correctores sean siempre tranquilos y amables. No deben sonar como una crítica.
Cuando hayan pasado unos siete minutos, intercambiar los papeles: que el yin se convierta en yang y el yang en yin. Seguid turnándoos hasta que cada uno de vosotros haya interpretado el papel en tres ocasiones. Si es vuestro deseo, haced el amor tras finalizar esta meditación. Muy probablemente el cuerpo os lo pida.