Posturas eróticas imperecederas
El Kama Sutra dejó su herencia y su herencia pervive siglos después de que fuera escrito. Ni nuestra sociedad es la misma ni nuestra cultura es tampoco la cultura hindú que se refleja en la concepción general que del mundo y de las relaciones entre hombre y mujer transmite Vatsyayana, el autor al que debemos el más famoso manual de amor de la historia de la humanidad. Pero el catálogo de posturas eróticas que el Kama Sutra legó para la historia es imperecedero. Al menos hasta que la lenta evolución sobre la que teorizara Darwin nos convierta en seres con una, tres o ninguna pierna o uno, tres o ningún brazo. Mientras mantengamos nuestra forma anatómica similar a la que mantenemos ahora (y eso no parece que vaya a cambiar a corto plazo), las posturas del Kama Sutra sobrevivirán a los cambios de la sociedad y de la moda, y servirán para ser realizadas tanto sobre una manta extendida en el suelo como sobre un lecho con colchón viscoelástico y antiescaras. Lo único importante, a la hora de escoger entre el amplio abanico de posturas eróticas que ofrece el Kama Sutra, es seleccionar aquella postura que mejor se adapte a nuestras circunstancias corporales (disfrutar del sexo no implica, en modo alguno, estar obligados a sufrir algún tipo de lesión muscular por adoptar alguna postura incompatible con nuestra flexibilidad y estado de forma física) y al lugar en que estamos entregándonos a la maravilla del sexo.
Cada lugar tiene sus posturas eróticas más adecuadas. No serán las mismas las que puedan practicarse en una tienda de campaña que, por ejemplo, las que puedan adoptarse en la ducha. Tampoco serán las mismas las que una pareja pueda ensayar en la tranquilidad mullida y acogedora de su cama que, por ejemplo, las que puedan realizar cuando, llevados por un apretón del deseo, decidan hacerlo en el coche. Si se diera esta segunda circunstancia, es decir, si se deseara practicar sexo en el coche, ¿qué posturas eróticas serían las más adecuadas para disfrutar de una manera cómoda y, al mismo tiempo, excitante, de esa experiencia de alto voltaje erótico?
Vamos a recomendarte aquí algunas posturas eróticas para practicar sexo en el coche. Unas de ellas podrán realizarse en la parte delantera. Otras deberán ser realizadas obligatoriamente en la parte trasera.
Posturas eróticas para hacerlo en el asiento delantero
Una buena idea para aprovechar el escaso espacio que ofrecen los asientos delanteros a la pareja que quiere practicar sexo en la parte delantera del coche es echar hacia atrás y al máximo el asiento del piloto para permitir que la mujer, echando las piernas sobre los hombros del hombre, pueda sentarse y acomodarse a horcajadas sobre él. Esta postura erótica, al permitir una penetración muy profunda, puede resultar muy placentera.
El echar el asiento del piloto hacia atrás y reclinar el respaldo del mismo permite un amplio abanico de posturas eróticas para disfrutar de sexo en la parte delantera del coche. Desde el clásico misionero (que podrá efectuarse si la mujer se tumba sobre el asiento, coloca sus pies sobre el salpicadero y recibe al hombre que, sobre ella, la penetra) hasta el cunnilingus (el hombre, arrodillado, se dedica a honrar oralmente los genitales femeninos); desde la posición del loto (el hombre la adopta y la mujer se sienta sobre él) hasta la postura del perrito (la mujer a cuatro patas y el hombre colocado tras ella, decidiendo qué vía de penetración escoger), hay pocas cosas que, sexualmente hablando y pudiendo realizarse sobre una cama, no puedan realizarse sobre un asiento delantero de coche con el respaldo abatido.
Posturas eróticas para hacerlo en los asientos traseros
La mayor parte de las posturas eróticas que pueden practicarse en el asiento delantero del coche cuando es abatido pueden, también, realizarse en el trasero. Podremos realizar el misionero si la mujer se tumba sobre el asiento o algunas otras si es al revés. Con el hombre tumbado, la mujer puede convertirse en una amazona que cabalga sobre el hombre decidiendo la profundidad de la penetración, su ángulo y el ritmo al que va a practicarse el sexo.
En la parte de atrás pueden aprovecharse todas aquellas posturas en las que el hombre deba permanecer sentado. Por ejemplo: colocándose en el asiento trasero de en medio y con el hombre sentado, la mujer puede sentarse encima de él dándole la espalda. Agarrándose a los respaldos de los dos asientos delanteros, la mujer podrá impulsarse y controlar el ritmo del coito.
Lo mismo podrá hacer la mujer (cabalgar sobre el hombre marcando el ritmo) si se sienta sobre él, cara a cara. Esta postura permitirá más intimidad e interrelación de miradas y posibilitará que el hombre pueda extasiarse, oralmente, estimulando los pechos y pezones de su pareja.
Otras opciones para hacer el amor en el coche
Hay dos opciones más a la hora de sumar posibilidades de gozo al hecho, siempre excitante y apasionado, de hacer el amor en el coche. Una de ellas está hecha para aquellos a los que no les dé pereza el hacer algún tipo de modificación en los compartimentos interiores del coche. La otra, para los que tengan un espíritu algo exhibicionista y no tengan reparos en poder ser vistos, circunstancialmente, en situación tan poco decorosa.
La primera de estas opciones, la destinada a los no perezosos, implica hacer desaparecer los asientos traseros para, abatiéndolos, convertirlos en parte del maletero. Con ello puede ganarse un espacio extra que permitirá convertir ese espacio en una especie de amplio aunque duro lecho. El llevar en el coche una colchoneta inflable es una opción nunca descartable para todos aquellos que, por unos motivos o por otros, deseen convertir su coche en un nidito de amor. Estas personas, en ese espacio, podrán dejar volar su imaginación y echar mano a cualquiera de las posturas eróticas que el Kama Sutra ofrece a las parejas que quieren disfrutar de su amor y su deseo.
La segunda opción, sólo apta para exhibicionistas y personas a las que nos les importe ser accidentalmente contemplados mientras hacen el amor, es la de salir del coche y aprovecharse de las múltiples posibilidades de disfrute que ofrece el capó del coche. Ahí podrá ser el hombre el que esté tumbado, o la mujer, o los dos. O podrá estar uno sentado y el otro de pie. Las posibilidades que se busquen dependerán también en esta ocasión, como en tantas otras, de la imaginación de los dos miembros de la pareja. Está será, en definitiva, quien determine qué postura del Kama Sutra se escoge a la hora de disfrutar de un rato de placer sexual en el coche.