Juguetes eróticos para el misionero
Que la postura del misionero haya adquirido fama de sosa no quiere decir, ni mucho menos, que debamos renunciar a ella. Si eres de los que creen que el sexo debe ir más allá de la tradicionalidad que marca esta postura tan archiconocida del misionero, piensa que sólo hay que adornarla con un par de juguetitos eróticos y un algo de imaginación. Imagina que usas, mientras practicas el misionero, un anillo de pene con vibrador. ¿A que cambia la percepción que tienes de la posturita de marras y se te aparece como algo mucho más atrayente? No olvides nunca que los juguetes eróticos, esa maravilla que la industria del sexo pone a tu alcance, están ahí para ampliar tus posibilidades eróticas y, con ello, para aumentar tu placer.
No hay nada como insuflar un poco de novedad a algo que es familiar para hacerlo renacer. Eso mismo sucede con la postura del misionero. No será algo viejo y arrumbado en un rincón si sabes renovarlo. Será un viejo conocido, sí, pero alguien de confianza al fin y al cabo.
En cierto modo, hay que romper una lanza a favor de la postura del misionero. Es una postura muy íntima, nos ofrece contacto con el cuerpo y nos permite mirarnos a los ojos. Mientras penetras a tu pareja puedes ver la expresión de su rostro y cómo sus ojos se fijan en ti. En ellos puedes leer el deseo y el placer, y eso puede resultar muy excitante para ti y, por supuesto, para ella, que al mismo tiempo podrá leer en tus ojos ese placer y ese deseo que, a partes iguales, se han apoderado de ti mientras la penetras.
Por otro lado, la postura del misionero permite, si hay colaboración entre ambos miembros de la pareja, que la estimulación del clítoris juegue un papel determinante en el acto sexual. Basta con que hombre y mujer se froten bien pegados para que el clítoris sea estimulado. También basta que la mujer alce las piernas sobre los hombros del hombre para que éste pueda acceder más fácilmente, con la punta de su pene, al punto G de la mujer.
Mediante la adición a la postura del misionero de un anillo para el pene con vibrador para el clítoris se consigue algo casi mágico: posibilitar en mayor medida la llegada a esa Ítaca tan mitificada por el cine que es el orgasmo simultáneo de los dos miembros de la pareja. El vibrador, colocado estratégicamente, sobresale de la parte superior del anillo, estimulando al clítoris durante el coito vaginal y proporcionando a la mujer la estimulación extra que quizás le ayude a alcanzar el orgasmo durante el coito. Aunque debes tener una cosa en cuenta: la anatomía de cada persona es diferente, y lo que puede ser excelente para unos puede resultar inútil para otros. No todos nosotros sacaremos el mismo jugo al mismo juguete erótico ni nos será de tanta ayuda. Pero un poco de experimentación e innovación no viene nunca mal. Prueba con diferentes posiciones, con presiones variadas, con ritmos distintos. Es muy probable que des con la combinación necesaria para abrir la caja fuerte de un placer más intenso que el que sentíais cuando os resignabais al clasicismo tradicional del viejo misionero.
Consejos básicos
Para alcanzar ese punto, sólo tienes que seguir una serie de consejos que vamos a darte a continuación. Por supuesto, nuestros consejos no son dogmas de fe. Tú y tu pareja podéis saltároslos o modificarlos según vuestro antojo y vuestra imaginación y deseo, que deben ser, en verdad, quienes impongan las reglas.
El primero de ellos, eso sí, procurad no saltároslo. Poned las pilas a vuestro juguete y comprobad que funciona. Sería un jarro de agua fría echar mano de él y encontrarlo inerte, sin energía en sus tripas.
Aplicad ahora un poco de lubricante tanto al pene como al interior del anillo. Esto evitará que el anillo pueda dañar de alguna manera a la polla, aunque sea de manera superficial. A continuación, coloca el anillo en el pene con la bala vibradora hacia arriba. Si el anillo posee dos piezas vibradoras, coloca una hacia arriba (será la encargada de estimular el clítoris) y la otra hacia abajo (para que haga que tus testículos sientan la vibración). En función de la elasticidad del anillo podrás colocarlo de dos maneras. O bien por la base del pene, pero por encima de los testículos (a excepción de los penes de gran tamaño); o bien colocando los testículos, si el anillo es muy elástico, a través del mismo.
Buscad ahora la postura adecuada. Que tu pareja se tumbe sobre su espalda y doble sus rodillas abriendo, lógicamente, las piernas. Puedes colocar una almohada bajo ella, entre la zona lumbar y las caderas, para aliviar tensiones en su espalda y, para así, elevar las caderas con el fin de acomodar tu pene más fácilmente. Al hacer esto, ten en cuenta una cosa: posiblemente la penetración te resulte más fácil, pero también es probable que el contacto del vibrador con el clítoris de tu pareja sea más difícil y, después de todo, si hemos recurrido a este juguete erótico es precisamente para que el vibrador del mismo contacte con el clítoris el mayor tiempo y de la manera más sencilla posible.
Antes de introducir tu pene dentro de tu pareja, jugad un poco con vuestro juguete sexual para acostumbraros a las vibraciones. Variad la velocidad de las mismas e intenta presionar con tu pene sobre su estómago para transmitir las vibraciones a otros lugares de su cuerpo. Desliza el pene junto a sus labios vaginales, sin penetrarla, moviéndolo hacia arriba y hacia abajo, de manera que ella puede sentir la vibración de tu polla contra su vulva.
Añade ahora más lubricante tanto al pene como al juguete y, a continuación, introduce suavemente tu pene dentro de ella y dóblate para aproximar lo más posible tu cuerpo a su cuerpo. Con ello conseguirás que la parte superior del anillo vibrador presione contra su clítoris. Es probable que tengas que ajustar la posición del juguete sexual. Recuerda que, si ella coloca sus piernas sobre tus hombros, alzándolas, tu penetración será más profunda pero las posibilidades de que el anillo vibrador actúe sobre el clítoris serán menores.
Una vez que estés dentro de ella, experimentad con diferentes orientaciones para que, así, podáis descubrir de qué manera la mujer siente mejor la vibración en el clítoris. Pregúntale a tu chica sobre sus sensaciones. Si tu pareja es ese tipo de mujer que requiere una estimulación más intensa, es probable que requiera que estés metido profundamente en ella y que realices movimientos de poco recorrido, más bien ascendente que no de entrada y salida, para que ella no pierda el contacto con el vibrador. Sea quien sea el que maneja el control de la vibración del anillo, recordad que tiene varias velocidades, y que sois vosotros quienes debéis elegir la más apropiada para cada momento.
El anillo de pene vibrador también te ofrece otra posibilidad de placer: la de girarlo y colocarlo boca abajo para, de esa forma, estimular los testículos bien sea cuando se está solo bien cuando se está en pareja. Llevando el juguete de este modo, cuando penetres a tu pareja y estés dentro de ella, ella sentirá cómo el vibrador actúa contra su vulva.
También puedes usar otros juguetes durante el coito para estimular a tu pareja. ¿Qué te parece un vibrador anal? ¿No crees que resultaría muy sencillo que ella se derritiera de placer entre tanta vibración combinada?
Pero no dejes toda la tarea estimulatoria al cargo de vuestros fantásticos juguetes sexuales. Tus manos son importantes y es con ellas con las que podrás acariciar sus glúteos, sus muslos, su pecho. Haz que se sienta mimada y acariciada. Ello servirá para que el orgasmo sea más deseado e intenso.