Acuarelas de Bianca Tschaikner
La idea la ha tenido la artista austríaca Bianca Tschaikner. El Kamasutra necesitaba una actualización. El sexo y las relaciones sexuales no se viven ahora, en pleno siglo XXI, de la misma manera que se vivían cuando el maestro Vatsyayana escribió el que ha pasado por ser el primero y uno de los más importantes manuales de sexualidad de la historia.
Bianca Tschaikner, que se formó artísticamente en Austria, Santiago de Chile y en Florencia y que ha participado en varias exposiciones tanto en EE.UU. como Europa y ha sido autora de Savari, un diario sobre sus viaje a través de India e Irán, consideraba que tanto en el Kamasutra como en la mayor parte de los manuales de sexualidad que, de alguna manera, se han ido haciendo a imagen y semejanza de aquél, faltaba un espacio dedicado a la sexualidad queer. Así, pensando en las muchas personas que, de entrada, podían no sentirse identificadas con el modo de vivir la sexualidad expresada en el Kamasutra, Bianca Tschaikner decidió crear una especie de “circo sexual repleto de alegría, color y diversión”, algo que, según ella, tiene mucho que ver con la condición queer.
Ese circo sexual es Minisutra, un libro que consta de 34 acuarelas y en el que se muestra un amplio abanico de personas que practican sexo de la manera más diversas. En Minisutra hay parejas queer, pero también parejas heterosexuales, tríos, etc. En el Minisutra cabe tanto la transexualidad como cuartetos bisexuales o escenas de gangbangs, todo ello representado de una manera festiva y humorística y con colores púrpura intenso, rosa brillante y amarillo resplandeciente.
Tschaikner empezó a publicar las ilustraciones que componen Minisutra en Facebook formando parte de un proyecto al que dio el nombre de “Calendario de Adviento Kama Sutra”. El aplauso y los ánimos recibidos de parte de sus seguidores hizo que Bianca Tschaikner se planteara la posibilidad de, mediante crowdfunding, realizar un libro en el que se reunieran todas esas ilustraciones y en el que se diera una visión mucho más inclusiva de lo que es el sexo de la que puede darse ya no en el Kamasutra, sino en manuales sexuales más modernos.
Una sexualidad lúdica
Tschaikner dice sentirse orgullosa por haber seguido la estela de libertad sexual marcada por el Kamasutra. La sexualidad del libro de Vatsyayana, ha afirmado la autora del Minisutra en alguna entrevista, era una sexualidad lúdica, gozosa, sensual, completa y, en ocasiones, “irónica”. Que ésa, sostiene Tschaikner era una manera de entender la sexualidad muy extendida en la India de la época, es algo que se constata cuando se contemplan algunas obras de arte indias de aquel tiempo. La colonización, sin embargo, lo cambió todo. El sexo empezó a convertirse en algo rodeado de seriedad y a ser considerado algo orientado a procurar placer al hombre heteronormativo. Tschaikner pretende, con Minisutra, luchar contra esa concepción heteronormativa. En este artículo te mostramos algunas de las ilustraciones que forman parte de Minisutra.