Si has tenido orgasmos, pero nunca con un vibrador. . .
Puede ser (esperamos) que hayas conocido el orgasmo y lo hayas gozado sin necesidad alguna de recurrir a un vibrador. Si es así, es muy fácil que te preguntes para qué necesitas un vibrador si con tu mano te bastas y te sobras. Sólo te diremos una cosa: ¿para qué lavar a mano si puedes hacerlo a máquina? ¿No está bien que te ahorres trabajo gracias a un aparato que lo realiza de manera más eficiente y profesional? Además, piensa en otra cosa: el aparato puede permitir a tu mano una libertad que te servirá para explorar otros lugares de placer. El placer sexual, gracias al vibrador, es más fácil de conseguir. Al producirse este hecho, nuestra confianza crece y, gracias a eso, es fácil que deseemos más sexo. Una buena sexualidad, a la larga, conduce a una mayor cantidad de sexualidad. Cantidad y calidad, aquí, van íntimamente relacionadas.
El vibrador, además, puede añadir algo nuevo a la rutina. Muchas mujeres afirman que los orgasmos inducidos por los vibradores son más intensos que los que consiguen a través de la estimulación manual. El vibrador favorece que aumente el número de mujeres multiorgásmicas. Hay parejas, por su parte, que se sirven de estos maravillosos juguetes eróticos para hacer realidad su sueño de un orgasmo simultáneo. Correrse al mismo tiempo puede ser más fácil gracias a la intervención hábil y profesional de un buen vibrador.
Te daremos ahora algunos consejos que puedes tener en cuenta si eres nuevo o nueva en esto de los vibradores.
Busca un vibrador que ofrezca la estimulación que tú sabes que más te gusta (clitorial, vaginal, anal, una combinación de ellas…) y, a continuación, selecciona el tipo e intensidad de estimulación que se adapte a tus necesidades.
Una buena manera de conocer las posibilidades de tu juguete sexual es, antes de compartirlo con tu pareja para hacerlo participar en vuestros juegos, masturbarte con él. No hay nada como la masturbación para conocer las prestaciones de un juguete erótico. Sigue los pasos que te hemos indicado con anterioridad y descubre todas las posibilidades de tu vibrador.
Otra cosa a tener en cuenta es que no está mal que, de tanto en tanto, cambies tu método de estimulación. Las personas solemos acomodarnos a un estilo si sabemos que ese estilo, mal que bien, nos va funcionando. Pero hay que romper esa dependencia. Busca intercalar lo anal con lo vaginal o variar la postura erótica. Experimenta con la respiración. Deja volar tu fantasía. Ella, a buen seguro, te llevará a buenos lugares y te propondrá variaciones que podrás ejecutar gracias al amplio catálogo de tipos de vibrador que puedes encontrar en el mercado. Un vibrador de dedo, un vibrador de manos libres para que puedas masajearte los pechos mientras te masturbas, un estimulador anal o un vibrador para el punto G serían algunas de esas variaciones que podrías probar.
Masturbarse con un vibrador para el clítoris
Si tienes alguna duda sobre idoneidad de utilizar un vibrador, piensa en algo que no admite discusión: el increíblemente versátil vibrador ha cumplido con creces el objetivo de llevar a miles de mujeres a la gloria del orgasmo. Sólo tienes que preguntar o informarte para darte cuenta de que eso es así. Tenlo claro: el vibrador juega un papel fundamental en la experiencia sexual de las mujeres. Si tienes la suerte de recordar la maravilla de tu primer orgasmo, ese descubrimiento, podrás comprender lo que puede sentir una mujer adulta que, por vez primera y gracias al vibrador, descubre el gozo del orgasmo.
Si piensas en la sexualidad de la mujer y la conoces mínimamente, podrás entender cómo el vibrador puede hacer que una mujer se salga de sí misma, vuele. A diferencia de los hombres, cuyos genitales son externos y, por tanto, más fácilmente manipulables y excitables, la excitación de la mujer depende de partes anatómicas más ocultas. La cultura y la educación han influido poderosamente en el hecho de que esté mal visto que la mujer explore su propia sexualidad. Eso de ahí abajo es algo sucio. Eso de ahí abajo se debe conservar impoluto y sin tacha hasta el matrimonio. Toda esta influencia cultural sólo ha generado insatisfacción. ¿Cuántas esperanzas de dicha sexual no han quedado frustradas por el desconocimiento, la inexperiencia, la vergüenza, la espera de algo que, por ejemplo, un eyaculador precoz no puede dar?
La utilización del vibrador requiere el cumplimiento de dos premisas. La primera: que la mujer, en algún momento, decida masturbarse, opte por auto-descubrirse sexualmente. La segunda: la aceptación del vibrador como elemento cotidiano para, gracias a su uso, alcanzar más fácilmente el orgasmo. Tanto si te ha ayudado a llegar al clímax por primera vez en tu vida como si te hace más fácil el hecho de correrte, piensa en el vibrador como un complemento de la Madre Naturaleza. Quizás ella no ha dotado a tu pareja de la paciencia o el arte necesario para esperarte. Si jugáis con un vibrador, podéis sentiros más felices los dos. Él se liberará un tanto de la presión que puede suponer el pensar que debe hacerte llegar a ese punto en que tus partes más íntimas se derriten de placer y tú te derretirás más fácilmente gracias a la inestimable ayuda de dos pilas con garantía de aguante.
Si buscas un vibrador estimulante por primera vez en tu vida, piensa en algo muy importante: según informes acreditados, alrededor del 80% de las mujeres alcanzan su orgasmo gracias a la estimulación del clítoris. Sólo el 20% lo consigue gracias a la penetración propiamente dicha. Mirando las estadísticas debes atender a un consejo: busca un vibrador que estimule tu clítoris. Seguramente, de la penetración ya se encargará tu pareja.