Masturbando al hombre con juguetes
La mayoría de los hombres adoran que se les practique una combinación de golpes en pene y testículos. La mayor parte de las mujeres, cuando tocan esos órganos, lo hacen suavemente, demasiado suavemente. No tengas miedo de coger pene y testículos con firmeza. Aunque pueda parecer lo contrario, el hombre acabará agradeciéndotelo.
Antes de comenzar la tarea masturbatoria, pon las pilas a tu juguete erótico y ten cerca de ti una toalla y algún lubricante de tu confianza. Si posteriormente no vais a mantener relaciones sexuales y todo el juego de hoy se va a basar el que masturbes a tu pareja con la ayuda de algún juguete, considera la posibilidad de utilizar un lubricante más grueso que el agua de lubricación. La vaselina puede ser muy conveniente y también algún otro producto tipo crema diseñado especialmente para la masturbación.
Siéntate a su lado o de rodillas entre sus piernas mientras él permanece tumbado bocarriba. Vierte un poco de lubricante en tus manos y frótalas. El lubricante, así, se calentará un poco. Coloca un vibrador de dedo en tu dedo índice y enciéndelo.
Masajea los genitales de tu pareja. Empieza haciendo que su pene toque su estómago. Coloca la palma de tu mano, bien lubricada, sobre el pene. Los dedos deben apuntar hacia el ano y el escroto y la mano debe estar ligeramente ahuecada. Desliza lentamente tu mano hacia su ombligo, presionando su polla contra su cuerpo. Alterna las manos, haciendo que la vibración en sus genitales sea percibida por él discontinuamente. Controla sus reacciones. Puede ser que, en un primer momento, sienta que el vibrador le molesta. Si es así, apágalo de momento. Ya podrás encenderlo más tarde. Puedes también hacer lo siguiente: forma un anillo con el pulgar y el dedo índice vibratorio, rodea el escroto, y tira suavemente hacia fuera del cuerpo, acariciando el pene.
Caricias especiales
Rodea la base del pene con el pulgar y el índice vibrador y realiza un movimiento hacia arriba, a lo largo de todo el eje de su polla. Al llegar cerca de la parte superior, haz girar levemente el glande con un movimiento de torsión mientras, con la otra mano, inicias el mismo camino que has realizado desde la base de su cipote. También puedes realizar este movimiento mientras con la mano no vibrante acaricias sus testículos o haces cosquillas en su ano.
Haz vibrar el frenillo. Coloca el vibrador encima de tu pulgar y agarra su pene procurando que el pulgar con el vibrador quede encima del frenillo. Empieza en la base y lleva la mano hasta el frenillo, procurando que el pulgar proporcione presión, vibraciones y masaje al mismo tiempo.
Estimula el glande como si fueras a obtener un zumo de él. Sujeta el pene por la mitad, con su vibración y coloca la palma de la otra mano sobre el glande mientras la mueves como si fueras a hacer un zumo de naranja. Haz que a continuación tus dedos manipulen el glande como si estuvieran desenroscando la tapa de un tarro de conserva. Con el vibrador en un dedo, el glande de tu pareja sentirá un agradable zumbido. Cuando el pene es un pene incircunciso, lleva la piel hacia abajo y, cuando la polla de tu pareja esté completamente erecta, acaricia su punta con el dedo vibrador o con la palma de tu mano.
Acaricia sus cojones mientras con la otra mano realizas viajes hacia arriba y a hacia abajo por su pene. Con el dedo vibrador también puedes realizar dibujitos sobre sus pelotas. O puedes masajearlas suavemente. Observa sus reacciones ante cada una de estas acciones y elige.
Haz cosquillas alrededor del ano y por la zona del perineo, hasta el escroto. Haz círculos alrededor del ano y de vez en cuando detente sobre él, haciendo presión con el vibrador. Aplica esa misma presión al perineo. Esto resultará muy placentero para tu pareja. Indirectamente estarás estimulando su próstata y, con ello, proporcionándole un placer cercano al orgasmo.
La imaginación al poder
Puedes introducir diferentes variaciones a la hora de llevar a la práctica estos ejercicios que te acabamos de aconsejar. Puedes utilizar un guante con vibrador en cada dedo, o puedes utilizar cualquier vibrador de pequeño tamaño. Lo importante es que encaje en la palma de tu mano (cualquier tipo de huevo vibrador puede servir) para que, con él en ella, puedas realizar caricias a lo largo del cipote de tu pareja.
Puede ser que el simple hecho de masturbar a tu pareja no te estimule del todo. Introduce un vibrador en tu vagina mientras estás trabajando a tu compañero.
Puede ser que tu compañero desee disfrutar de una penetración anal. Haz realidad sus deseos y masajea su ano con algún tipo de juguete o con alguno de tus dedos.
Que ninguna de tus manos permanezca desocupada a lo largo de este ejercicio. Mientras una de ella acaricia y manipula los genitales de tu pareja, utiliza la otra para explorar zonas sensibles de su cuerpo. No es necesario que el vibrador esté continuamente en contacto con su polla, sus pelotas, su perineo o su ano. También puede pasearse por los pezones, los labios, el interior de los muslos, etc. Ésas son zonas sensibles y su estimulación también conduce a un mayor disfrute sexual.