Los placeres que se derivan de un masaje erótico constituyen unos de los mayores gozos sensitivos de que puede disfrutar una persona. Para gozar de una experiencia de este tipo se suelen contratar los servicios de un o una masajista profesional. Para algunas personas, quienes se dedican a realizar este tipo de actividad ejercen, de alguna manera, una forma de prostitución. ¿Es eso cierto? En este artículo vamos a responder a la pregunta: ¿los masajes eróticos son prostitución?
Para dar respuesta a dicho interrogante debemos delimitar primero qué son los masajes eróticos. ¿Son lo mismo que los masajes con final feliz? Lo cierto es que sí en muchas ocasiones, pero no siempre. Una práctica de este tipo puede acabar (y de hecho lo hace muchas veces) con ese “final feliz” que es el orgasmo, pero no necesariamente tiene porqué hacerlo.
En esencia, este tipo de tratamiento corporal es solo una forma de manipulación de las capas superficiales y profundas de los músculos de nuestro cuerpo y también de sus zonas erógenas para, en base a ella, mejorar las funciones de aquél y, al mismo tiempo, producir placer y aumentar nuestro conocimiento sobre nuestros mecanismos eróticos y de excitación.
Masajes eróticos: técnica, arte y beneficios
Dos son los elementos que se combinan en este tipo de manipulación física. Uno de esos elementos es la técnica. Como cualquier profesional de cualquier ramo, también las masajistas eróticas deben dominar la técnica de su oficio.
Ese dominio de la técnica, sin embargo, tiene mucho de arte. Y éste, el arte, sería el segundo elemento que interviene en este tipo de estimulación. Utilizando aceites, bálsamos, cremas, velas o geles, una masajista erótica desarrolla con sus manos una especie de arte.
Ese arte y esa técnica se basan fundamentalmente en antiguas enseñanzas orientales. Esto no debe sorprendernos, ya que, al revés de lo que sucede en los países de tradición judeocristiana como, por ejemplo, el nuestro, y en los que la idea de cuerpo se relaciona directamente con la de pecado, en las culturas de Oriente se adora al cuerpo y se vela por su cuidado y su placer.
Y es que hablar de este tipo de prácticas implica, también, hablar de beneficios para el cuerpo y para la mente. Entre los beneficios de los masajes eróticos podemos distinguir los siguientes:
- Ayuda en los procesos de curación.
- Disminuye la actividad refleja de los músculos.
- Promueve la relajación y el bienestar tanto físico como mental.
- Produce placer.
- Estimula las zonas erógenas (si se realiza antes de mantener una relación sexual).
- Mejora la circulación sanguínea en las zonas masajeadas.
- Mejora el estado general de la piel.
Tipos de masaje erótico
Dentro del universo del masaje erótico encontramos diversos tipos especialmente populares. Entre ellos destacan especialmente el Tantra y el Nuru.
El masaje tántrico busca despertar nuestra energía sexual para distribuirla por todo el sistema nervioso. Su finalidad última no es llevar a la persona que lo recibe hasta el orgasmo (aunque tampoco lo excluye). El objetivo principal de esta práctica sería conseguir que la persona masajeada alcanzara un estado de relajación profunda y sintiera cómo se equilibran mente y cuerpo en favor de una mejor salud.
Dentro de esta modalidad podemos encontrar el famoso masaje lingam y también su versión en femenino (el yoni).
El masaje Nuru o cuerpo a cuerpo, por su parte, es muy sensual, ya que masajista y masajeado, desnudos, se impregnan de gel y rozan sus cuerpos.
¿Son los masajes eróticos prostitución
Los centros de masaje erótico son un templo en el que se rinde culto a la sensualidad, a las caricias, al contacto piel con piel, al erotismo… ¿Es eso prostitución?
La moralina derivada de nuestra cultura judeocristiana contamina, tal y como hemos visto anteriormente, cualquier debate sobre este tema y sobre todos los temas que tengan que ver con el gozo del cuerpo. Por eso para muchas personas este tipo de prácticas de las que estamos hablando en este artículo son una forma de prostitución. Para ellos, masajes eróticos y prostitución son lo mismo.
Por esa tradición cultural, también, los conceptos de prostitución y de prostituta se relacionan con una actividad que se considera denigrante. Por eso no suele respetarse la libertad de una mujer para hacer con su vida lo que desee. Por eso términos como libertad sexual se utilizan política y propagandísticamente de una forma torticera.
De nada vale que la mayor parte de los centros especifiquen en sus webs o en sus locales que las masajistas no prestan servicios sexuales. De nada vale que se recalque que en dichos centros no se permite ni se proporciona el sexo con penetración.
Para los más moralistas, quien facilita a los demás esta experiencia sensitiva llena de beneficios para el cuerpo y para la mente a cambio del cobro de una tarifa estipulada de antemano se está prostituyendo. Máxime cuando lo que realiza es un masaje con final feliz.
Para nosotros, que nunca hemos entendido el tono peyorativo que se da a la palabras prostitución cuando el ejercicio de ésta se deriva de una decisión libre y consciente de una mujer, el masaje erótico, sea o no con final feliz, no es una forma de prostitución. Consideramos que contactos a través de webs como Onlyfans pueden considerarse mucho más inmoral.