Fábrica de esperma y testosterona
Con demasiada frecuencia centramos toda nuestra atención en el estado de nuestro pene y en su respuesta a los diferentes estímulos y nos olvidamos de los testículos. Palabras como gatillazo, impotencia o disfunción eréctil revolotean sobre el universo de nuestros terrores y nuestra atención se fija, de manera monocorde, sobre ese órgano que no llega a endurecerse como ni cuando debiera, siendo él al que culpamos, erróneamente y de manera abusiva, de nuestras dificultades de erección.
En muchas ocasiones, el mal funcionamiento del pene no es tanto culpa suya como de esos dos compañeros que siempre van con él: los testículos. Unos testículos sanos y bien cuidados son unos testículos que producen testosterona en las cantidades adecuadas, que fabrican espermatozoides y líquido espermático en cantidades óptimas y que garantizan una buena circulación sanguínea.
La erección, una buena erección, es resultado de la combinación y la interacción de varios factores. La erección depende de unos cuerpos cavernosos funcionales, de una buena circulación sanguínea en el pene, de una buena tonificación de los músculos lisos de la erección y de la musculatura perineal y, por supuesto, de un buen estado de los testículos.
La principal función de los testículos es producir espermatozoides y testosterona. Cada 24 horas, los testículos llegan a producir alrededor de 150 millones de espermatozoides. En el mismo período de tiempo, unos testículos sanos pueden llegar a producir hasta siete mg de testosterona. Con la edad (o debido a algún tipo de problema) los testículos tienden a producir menos espermatozoides y menos testosterona. Esto, claro, variará entre unas personas y otras. Hay un método, sin embargo, que sirve para fomentar la producción testicular tanto de espermatozoides como de testosterona: el masaje de los testículos.
Beneficios del masaje de los testículos
Entre los beneficios del masaje de los testículos podemos destacar los siguientes:
- Aumenta la producción de líquido seminal.
- Aumenta el volumen de la eyaculación.
- Aumenta los niveles de fertilidad.
- Despeja los conductos seminales que se hubieran obstruido (sí: los conductos seminales son una especie de tuberías y, como tales, también se obstruyen).
- Aumenta la capacidad para mantener un coito más prolongado.
El masaje de los testículos está especialmente indicado cuando se producen interrupciones en las erecciones normales, cuando disminuye la libido o cuando se experimenta algún tipo de debilidad en términos sexuales. Además de para afrontar y aliviar este tipo de situaciones, el masaje de los testículos también como método preventivo para evitar el que los problemas citados puedan llegar a producirse.
¿Cómo realizar el masaje de testículos?
El masaje de los testículos es una práctica que todo hombre debería realizar de vez en tanto para garantizar así el buen funcionamiento de esa parte tan importante de su anatomía. Para realizar el masaje de los testículos deben seguirse los siguientes pasos:
- Toma un paño y humedécelo con agua caliente.
- Exprime el paño y aplícalo en los testículos durante un par de minutos. Al aplicar así ese paño húmedo lo que estás haciendo es dilatar los vasos sanguíneos de los testículos y, así, incrementar la circulación sanguínea hacia ellos.
- Cuando el paño se haya enfriado, masajea con él un poco los testículos.
- Deja a un lado el paño y, haciendo un anillo con el dedo pulgar y el índice de tu mano, coge tu escroto por su base y estira hacia abajo separando así los testículos del cuerpo hasta que éstos se sientan presionados y no puedan moverse.
- Con la palma de la otra mano, masajea tus testículos con un movimiento circular. Mientras lo haces, haz que el anillo que has hecho con tus dedos se desplace hacia arriba y hacia abajo por el escroto.
Con este doble movimiento (el de la palma de una mano en circular y el del anillo formado con los dedos de la otra arriba y abajo) lo que consigues es realizar un doble masaje de los testículos.
Este masaje de los testículos debe durar entre tres y cinco minutos. Cuando lo hayas finalizado, notarás que los testículos se sienten más llenos y cuelgan un poco más de lo habitual. No te asustes. Si se muestran así es porque has realizado el masaje correctamente. Estarán así porque se habrá incrementado el flujo sanguíneo, lo que es positivo.
Si realizas este masaje de los testículos de manera más o menos habitual comprobarás cómo mejora tu vida sexual. Para empezar, mejorará, y de manera notable, la calidad de tus erecciones. Y una mejor erección es sinónimo de una mejor vida sexual.
No en todas las circunstancias, sin embargo, se podrá realizar el masaje de los testículos. El masaje de los testículos, como todos los tipos de masaje, tiene también sus contraindicaciones, y entre ellas figuran las siguientes:
- No deberán realizarlo quien padezca algún tipo de enfermedad que afecte al colon. No deberán realizarlo, por ejemplo, quien padezca proctitis o hemorroides.
- No deberá realizarlo quien padezca epididimitis o inflamación del epidídimo.
- No deberá practicar el masaje de los testículos quien padezca inflamación de la uretra, la próstata o, directamente, los propios testículos.
- No deberá practicar el masaje testicular quien haya sufrido recientemente un traumatismo en los testículos.
- No deberá realizarlo quien padezca una tuberculosis de los genitales masculinos.