Terapia geotermal y sus propiedades
El de “masaje con piedras calientes” es el nombre popular que suele darse a lo que se conoce como terapia geotermal o Stone therapy, una técnica de masaje consistente en combinar el masaje terapéutico tradicional con la aplicación sobre distintos puntos de la piel de piedras a distintas temperaturas. Con esta combinación lo que se persigue es facilitar que la energía vital fluya y que los trastornos físicos y emocionales se alivien.
El masaje con piedras calientes está inspirado en una técnica de masaje oriental de aliento tántrico. La filosofía que se oculta tras el masaje con piedras calientes es la misma que acepta la existencia de los siete chakras por los que fluye la energía vital de cada persona y también la energía universal. Dicha filosofía, al igual que el Tantra, concibe la enfermedad como un bloqueo o mal funcionamiento de los chakras. Será colocando las piedras calientes sobre los puntos en los que se hallan los chakras cómo con este masaje del que hablamos en este artículo se conseguirán desbloquear dichos chakras y, con ello, se permitirá el tranquilo fluir de la energía.
El masaje con piedras calientes, sin embargo, no es una terapia exclusivamente oriental. Los nativos de determinadas zonas de Australia y América también han empleado tradicionalmente el masaje con piedras calientes combinándolo con el uso de plantas aromáticas y balnearios o saunas más o menos naturales.
En la actualidad, son muchos los spas y centros de masaje en todo el mundo que incluyen los masajes de piedras calientes entre sus terapias. No en vano, al masaje con piedras calientes o masaje geotermal se le atribuyen las siguientes propiedades:
- Reducción y alivio del dolor.
- Eliminación de toxinas gracias a la sudoración provocada por la alta temperatura de las piedras.
- Mejora del sistema circulatorio gracias a la diferencia de temperatura existente entre las piedras utilizadas para aplicar el masaje geotermal.
- Relajación física y mental, lo que hace que el masaje de piedras calientes pueda ser de gran utilidad para tratar el estrés, la ansiedad o el insomnio.
En este artículo de Eromasaje.com queremos darte una serie de consejos para que, si lo deseas, puedas introducir el masaje geotermal como un masaje de relajación previo a la realización de un masaje erótico. No hay que olvidar en ningún momento que, incrementando la relajación de la persona que va a recibir un masaje erótico, incrementamos el placer sentido por la misma durante la realización de dicho masaje.
Pasos para dar un masaje con piedras calientes
El primer paso que hay que dar para realizar un masaje de piedras calientes es conseguir las piedras. Tradicionalmente se han utilizado piedras volcánicas para realizar el masaje geotermal. En la actualidad, las piedras más utilizadas y las que suelen comprarse para realizar este tipo de masajes son las piedras de basalto. Las piedras de río también pueden utilizarse, sin embargo, para realizar los masajes de piedras calientes. Eso sí, tanto si son piedras de río como si son piedras de basalto (material escogido por ser uno de los que mejor mantienen el calor) debe cumplirse un requisito imprescindible: las piedras deben ser completamente lisas. ¿Y cuántas deben utilzarse? Entre 20 y 30, aunque haya masajistas profesionales que llegan a usar entre 45 y 60.
El segundo paso, imprescindible cuando se va a realizar todo tipo de masaje, consiste en acondicionar adecuadamente el espacio en el que el masaje de piedras calientes va a realizarse. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de acondicionar adecuadamente un espacio para realizar un masaje geotermal? A colocar una sábana sobre el lugar (camilla, cama o suelo) en que va a tumbarse la persona que va a recibir el masaje, por ejemplo. O a encender velas de aromaterapia o quemadores con aromas relajantes como el de la lavanda, el eucalipto, la vainilla o la citronela. O a poner algo de música relajante. La música clásica o una grabación con el sonido de la lluvia pueden servir.
El tercer paso consiste en calentar las piedras. ¿A qué temperatura? El agua debe estar a unos 50º C de temperatura y las piedras sólo pueden aplicarse sobre el cuerpo cuando estén a una temperatura que oscile entre los 38 y los 43º C. Una vez se saquen las piedras del agua caliente, éstas deben secarse una por una. Una vez limpias, aplicaremos sobre cada una ellas un poco de aceite de masaje.
El cuarto paso que hay que dar para dar un masaje de piedras calientes es asegurarnos de que la persona que va a recibir el masaje geotermal se siente cómoda con la temperatura de las piedras. Lo importante es evitar que la persona que va a recibir el masaje se queme. Para evitarlo o para hacer soportable el contacto de las piedras calientes, a veces es recomendable colocar una sábana o toalla sobre el cuerpo de la persona masajeada en aquellas partes de su cuerpo en el que vayan a colocarse las piedras calientes.
El quinto paso es colocar a lo largo de donde va a apoyarse la columna vertebral de la persona que va a recibir el masaje una hilera de piedras calientes grandes o, en su defecto, colocar dos filas de piedras calientes pequeñas, una a cada lado de donde se apoyará la columna. Cuando hayas colocado esas piedras, coloca una sábana sobre ellas y pide a tu pareja que se tumbe sobre ellas y boca arriba.
Una vez tu pareja esté tumbada boca arriba, coloca cuatro piedras calientes pequeñas sobre su rostro (frente, mejillas y barbilla). Hay masajistas que aconsejan no poner aceite de masaje en estas cuatro piedras caliente. ¿El motivo? Que, en algunos casos, el aceite podría irritar la piel u obstruir algún poro.
El siguiente paso del masaje de piedras calientes consistiría en colocar piedras calientes de un tamaño entre mediano y grande en las manos (que deben estar mirando con las palmas hacia arriba), así como en el esternón y la clavícula.
Una vez se hayan colocado las piedras calientes en los puntos indicados, masajea el cuerpo de tu pareja con una piedra caliente del tamaño de tu mano y bien embadurnada de aceite. Tras recorrer todo el cuerpo de tu pareja con esa piedra, masajea con las otras los puntos de su anatomía sobre los que están colocadas las piedras calientes. Una vez lo hayas hecho, ve retirando todas las piedras. Cuando lo hayas hecho, pide a tu pareja que se tumbe boca abajo.
Antes de que se tumbe boca abajo retira las piedras que habías colocado bajo su espalda y, cuando se haya tumbado, toma nuevas piedras calientes y colócalas sobre las escápulas, sobre la parte posterior de las rótulas (en la corva de las rodillas) y entre los dedos de los pies. No hace falta decir que éstas últimas deben ser piedras calientes pequeñas. Una vez hayas colocado todas esas piedras, coge una del tamaño de tu mano, embadúrnala de aceite de masaje y masajea todo el cuerpo de tu pareja, de la cabeza a los pies. Cuando hayas masajeado todo el cuerpo, podrás retirar las piedras dando por finalizado el masaje.
A este masaje de piedras calientes le puedes introducir algunas variantes. Te comentaremos sólo una para que, si lo deseas, la pruebes al realizar tu masaje geotermal: cuando tu pareja esté tumbada bocabajo, alterna, a ambos lados de su columna vertebral, la colocación de piedras calientes y piedras frías. Así como el basalto es el mejor material para realizar las piedras calientes, el mármol es el mejor material para elaborar piedras frías. Sin duda resultará para tu pareja una experiencia muy placentera.