Alargamiento del pene
¿Has visto alguna vez algún material publicitario que cante las excelencias de un producto que te serviría para agrandar tu pene? Seguro que sí. Después de todo, este tipo de publicidad nace de algo básico: intentar vender gracias al aprovechamiento de algo que desde que el hombre es hombre le ha venido causando una gran inseguridad sexual. Ese algo es, sin duda, el tamaño del pene.
Si revisas la publicidad, las revistas destinadas al lector masculino o muchos programas de televisión, constatarás hasta qué punto los hombres están obsesionados con el tamaño del pene. A la mayor parte de los hombres le gustaría tenerlo más grande. No importa que las estadísticas digan que el suyo es normal ni que las mujeres aseguren que el tamaño no importa y sí el uso que se le dé. Hay una interesante teoría que habla de cómo el hombre, al mirar su propio pene, obtiene una visión engañosa y errónea de su tamaño. Cosas de la perspectiva. El pene del compañero de vestuario es visto de frente. El suyo, desde arriba.
La ampliación del pene gracias a cremas y medicamentos es pura ficción. Nada que no sea una intervención quirúrgica hará que tu pene crezca de manera permanente. Qué duda cabe de que la confianza es necesaria para mantener un buen sexo, pero es difícil que esa confianza te sea dada por un frasco de medicamento o por una pastilla. La confianza auténtica y fructífera es la que nace que ti. Para que esta confianza crezca, nada mejor que la práctica sexual y el estudio. Aprende técnicas para mejorar tu sexualidad y aplícalas. Ése es el mejor camino para que tu confianza crezca. Puede ser que el tamaño de tu pene sea directamente proporcional a tu torpeza como amante, y entonces esos centímetros de más con los que la naturaleza te ha dotado no proporcionen tanta dicha como imaginas.
Dicho esto, debes saber que existen diversos juguetes eróticos en el mercado que pueden ayudarte a sentirte más hombre. Puede ser divertido experimentar con la ampliación temporal del tamaño y con las sensaciones que se tienen. Este juguete debes utilizarlo con el mismo espíritu de diversión y aventura con que lo harías con cualquier otro juguete erótico o con cualquier nueva técnica amatoria que aprendas. Puedes engrandecer el pene temporalmente, lo que puede resultar excitante y divertido, aparte de funcional. Estos juguetes, después de todo, son recomendables para los que queráis experimentar nuevas sensaciones en el pene y también para todos aquellos que tengáis dificultades de erección o eyaculación prematura.
Juguetes para el pene
Para esta función encontraremos dos tipos de juguetes: la bomba de pene y el anillo de pene. La primera lo agrandará temporalmente. Al crear un vacío alrededor de él, la bomba de pene hace que éste se hinche y adquiera un tamaño mayor. Esta ampliación, recuérdalo para no llevarte un desengaño, es una ampliación temporal. Cuando hayas retirado la bomba y pase un tiempo determinado, el pene irá recuperando su tamaño original.
El anillo, por su parte, está diseñado para restringir el flujo de sangre, por lo que su objetivo es, fundamentalmente, ayudar a mantener la erección durante más tiempo. Si eres novato en el uso de los anillos, busca uno de fácil colocación y extracción. Que lo pongas y lo quites sin dificultad.
Es posible que, en un principio y hasta que adquieras destreza con ellos, desees jugar con tus juguetes solo. Cuando hayas adquirido la práctica adecuada y te sientas seguros de su uso, ya encontrarás el momento de utilizarlos en compañía. Eso sí, antes de usarlo debes tener en cuenta un consejo que vamos a darte y al que es muy importante que atiendas. Si sangras con facilidad, eres diabético o sufres problemas del corazón, no utilices los anillos de pene. Si tienes alguna duda, es mejor que consultes a un médico. Él te dará las pautas de uso o te desaconsejará terminantemente el mismo.
La hidro-bomba o bomba de pene
¿Estás ya preparado para jugar con la bomba de pene? Vamos, pues, a ello. Aunque no es estrictamente necesario, algunos hombres se afeitan la zona alrededor del pene para garantizar un sellado hermético con el cilindro de la bomba. Aplica un lubricante muy grueso a la base de la bomba. Si tienes mucho pelo, la vaselina es idónea para esto. Aplica también lubricante al pene y a la parte interior del tubo.
Colocado en una silla reclinable o de pie, desliza el cilindro sobre tu pene hasta que llegue a la base. Comienza a presionar lentamente la palanca de la bomba y notarás cómo empieza a producirse el vacío y cómo una sensación de presión empieza a hacer efecto sobre tu pene. Pulsa el cilindro contra tu cuerpo y tira hacia abajo de los testículos para evitar que tus pelotas se vean afectadas también por el vacío creado por la bomba.
Maneja la bomba suavemente hasta que encuentres el nivel adecuado de succión, pero nunca más allá de ese punto, pues puedes provocar que tu pene se llene de pequeños moratones. Deja de manipular la bomba y disfruta de las sensaciones mientras realizas otras actividades eróticas.
En un principio, no utilices la bomba más de quince minutos por sesión. Algunos hombres encuentran que el calor aumenta su goce. Si eres de éstos, intenta el bombeo en el baño o la ducha. Eso sí: no lo hagas si la bomba es eléctrica. Los motivos son obvios.
Si ya estás listo para extraer la bomba es el momento de hacerlo. La mayoría tiene una válvula de descarga que ayuda a quitarla cuando ya ha cumplido con su función. Una vez extraída, tú o tu pareja podéis acariciar el cipote y disfrutar de su cambio de textura y tamaño. Es fácil que encuentres que tu polla se haya vuelto más sensible. El motivo es el siguiente: tiene más sangre en la superficie.
El anillo de pene
Si es necesario, aplica una buena cantidad de lubricante en el pene y los testículos para evitar cualquier pellizco en el vello púbico. Coloca el anillo alrededor de la base del pene y bajo el escroto. Si no quieres que el escroto quede atrapado en el anillo, ajusta éste únicamente alrededor de la base del pene. Busca un ajuste del anillo que te resulte cómodo. Que no quede apretado en exceso. Muchos hombres consideran que el anillo crea en el rabo una agradable sensación de opresión. Su uso puede durar desde unos pocos minutos hasta una media hora. En ningún caso es aconsejable usarlo durante más tiempo seguido.
Si estás solo, acaricia tu pene y mastúrbate de la manera que más te gusta, notando las diferencias sutiles que se producen en tu pene gracias al anillo. Notarás, seguramente, un orgasmo más intenso gracias a la presión a la que se ve sometida tu polla.
Si juegas con una acompañante, deja que tu pareja disfrute de tu polla. Muestra tu lado exhibicionista y muestra tu erección para que tu pareja ejerza de voyeur. Después, deja que se exprese libremente, que sus manos o tu boca hagan con tu cipote lo que su deseo le pida. Que sienta con ellos el bombeo de tu sangre. Entregaos a vuestras posturas favoritas y disfrutad de ellas.
Para terminar, debes tener en cuenta que siempre es posible añadir combinaciones o variaciones que hagan más placentero el uso de cualquier tipo de juguete. Por ejemplo: hay bombas que ofrecen también vibraciones. Hay hombres que disfrutan de ellas. Otros, por el contrario, se distraen con ellas. Estaría bien que las probases para saber a cuál de esos grupos perteneces. También puedes usar un tapón anal mientras estás bombeando. O puedes buscar un anillo con un vibrador de clítoris incorporado. Como te hemos repetido reiteradamente, el mercado del juguete erótico te ofrece muchas combinaciones para que tú y tu pareja disfrutéis de una vida sexual divertida y satisfactoria.