No te extrañes si la llegada de un juguete sexual a tu dormitorio convierte a éste en una especie de carpa de circo. Incluso los más flexibles y ágiles pueden sentir en ocasiones que les faltan manos para manejarse cómodamente y, al mismo tiempo, obtener la estimulación adecuada. Para que no acabes hecho un nudo de brazos y piernas, introduce en tu baúl de juguetes uno de los mayores inventos de la industria erótica: el vibrador de manos libres, una pequeña joya que te permitirá tener las manos desocupadas para emplearlas en otras estimulaciones y “trabajitos” corporales mientras él cumple con su función.
Gozando con las manos libres
El vibrador de manos libres puede ser utilizado casi en todas las posturas eróticas, aunque las mujeres sienten especial predilección por la entrada trasera del mismo. Esta posición (la de estar a cuatro patas, estilo perrito, y ser penetrada desde atrás) goza de una gran popularidad, pues permite una penetración más profunda y una estimulación del punto G más sencilla. Para el hombre también resulta muy estimulante. Pero esta postura plantea un problema: ¿cómo estimular el clítoris convenientemente? La gente podrá hablarte de calambres, de inestabilidad o de extremidades cansadas. Nada de eso es excusa para que tu pareja no goce de una estimulación clitoriana como es debida. Aquí es donde desempeña una función estelar nuestro vibrador de manos libres. Él evitará que tus brazos se agarroten, os dará mayor posibilidad de movimiento y os ofrecerá la posibilidad de ser utilizado mientras realizáis una sesión de sexo anal.
El vibrador de manos libres es un pequeño vibrador que, conectado a una tela o cinta que atarás alrededor del cuerpo de tu pareja, se sitúa directamente sobre el clítoris. El cuerpo del vibrador acostumbra a presentar la apariencia de un animal. Conejitos, mariposas, delfines, etc. Tú debes escoger tu mascota y el tipo de vibrador. Los hay de talla única elástica, pero nosotros te recomendamos uno de correas ajustables que te permitirán un ajuste perfecto. Imagina que el vibrador se retira del clítoris de tu pareja en el apogeo de su excitación. Es para evitar ese desagradable incidente para lo que te recomendamos el uso de correas ajustables. También te recomendamos que busques en el mercado un vibrador de manos libres actual. Últimamente se realizan con microchips incorporados, lo que permite que las últimas versiones de este juguete tengan una vibración más potente que los de las versiones anteriores. Aunque puede ser que tu pareja, para sentir estimulado su clítoris, necesite una concentración muy intensa y potente de vibraciones. Si es así, quizás éste no sea el juguete que necesitáis. No obstante, un modo de mejorar la intensidad del juguete y potenciarla sería la de presionarlo contra su clítoris con tu mano. Pero hacer esto, hay que reconocerlo, priva al consolador de manos libres de su mayor ventaja: la de dar libertad a tus manos.
Masturbación femenina
Si eres mujer, plantéate que no necesitas de un socio ni de una pareja para disfrutar de este juguete para adultos. Si te decides a usarlo, comprobarás de qué manera él amplía la gama de posibilidades de tu masturbación. Puesto que las manos no son necesarias para mantener el vibrador, puedes usarlas para explorar y acariciar otras zonas erógenas. Podrás acaricias tus pechos, pellizcar tus pezones o frotar el interior de tus muslos. Puedes insertar un plug anal o manipular un consolador vaginalmente mientras tu clítoris es estimulado por el manos libres. Además, piensa en otra enorme ventaja del vibrador de manos libres: puedes llevarlo bajo la ropa mientras tecleas el ordenador en tu oficina o vuelas en un avión o sales a disfrutar de una noche en tu ciudad. Imagina ese vibrador haciendo de las suyas sobre tu clítoris mientras comes con ese compañero de trabajo que tanto te atrae.
Para introducir ese juguete en una sesión de sexo, pensad previamente en el uso que vais a darle, en cómo lo deseáis utilizar. Aventuraos sin miedo. Puede ser que te apetezca colocártelo para una cena, un bar o una discoteca y que te guste entregar el mando a distancia, dárselo a tu pareja para convertir tu estimulación en un juego imprevisible. Puede ser que optes por una baja vibración que vaya haciendo que tu estimulación vaya creciendo lentamente o puede ser que elijas la posibilidad de una estimulación mayor y, con ello, de un discreto orgasmo en público.
Si, por el contrario, deseáis utilizarlo en privado, en vuestro dormitorio o sobre vuestro sofá o sobre el suelo de vuestro salón, buscad la postura idónea. Vamos a recomendaros esa postura del perrito por las razones que ya os hemos dado. El mando a distancia puedes tenerlo tú o puede ser que sea ella quien desee manipularlo para, así, controlar en todo momento el instante o la intensidad de las vibraciones.
Lubrica tu pene y la vulva de tu pareja. Mueve tu pene alrededor de ella, estimulándola, sin penetrar. Cuando lo hagas, hazlo lentamente. Comprueba el efecto de varias formas de golpeo. Cambia la inclinación o la potencia con la que entras y sales de su vagina. Obtén de ese modo información sobre lo que le gusta.
Agrega el vibrador a vuestros juegos cuando comiences a sentirte excitado. Si sientes que las vibraciones no son lo suficientemente fuertes, puedes colocar una almohada entre la cama y el clítoris de tu pareja. Pregunta si desea una estimulación constante o prefiere que la vibración sea intermitente. En cualquier caso, asegúrate de no prescindir del juguete hasta que ella no haya alcanzado el orgasmo.
A este juego puedes añadirle múltiples variaciones que, como siempre, dependerán de vuestra imaginación.
Preliminares
Puede ser que deseéis enriquecer vuestros juegos preliminares. Puede ser que gustéis de frotaros el uno contra el otro mientras os abrazáis. O puede ser que os guste frotaros contra algo inanimado, una pieza de mobiliario, por ejemplo. Imagina ahora que practicáis esos mismos frotamientos pero con el añadido estimulante de llevar este juguete bajo unos pantalones bien ajustados, bajo la ropa interior. ¿A qué la sensación es ahora maravillosa cuando te frotas sobre la pierna o la entrepierna de tu amante?
Si este tipo de vibrador no proporciona suficientes vibraciones a tu pareja, prueba con otros tipos de vibrador mientras mantienes esta postura. Puedes echar mano de un vibrador más convencional y apuntalarlo gracias al empleo de varias almohadas. Eso permitirá que, cuando empujes mientras la penetras, su clítoris presione contra el vibrador.Tú, mujer, puedes presionar suavemente con las piernas mientras él está dentro de ti, sujetando así su pene con los músculos de tu pelvis. Como si lo guardaras en un estuche caliente y húmedo.
Si te gusta el juego anal, ésta es una excelente posición para disfrutar de él. Podrás insertar un juguete anal o podrás, directamente, penetrar analmente a tu pareja mientras ella disfruta con la estimulación clitoriana de vuestro vibrador de manos libres.