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Juguetes eróticos

Todo sobre juguetes eróticos. Amplía guia donde encontrarás explicaciones sobre vibradores, consoladores, arneses, penes, vaginas, anos, estimuladores y masturbadores.

Juguetes para el pene

¿Has visto alguna vez algún material publicitario que cante las excelencias de un producto que te serviría para agrandar tu pene? Seguro que sí. Después de todo, este tipo de publicidad nace de algo básico: intentar vender gracias al aprovechamiento de algo que desde que el hombre es hombre le ha venido causando una gran inseguridad sexual.

El multiorgasmo, más acá de la quimera

La búsqueda de múltiples orgasmos seguidos sin que transcurra mucho tiempo entre ellos ha sido y es uno de los grandes objetivos de muchas mujeres (y de muchos hombres). La razón de esa búsqueda es principalmente lúdica. Pura diversión.

Estimulando varios puntos a la vez

¿Quieres satisfacer más de una comezón al mismo tiempo? Busca lubricante y uno de esos maravillosos consoladores con conejito incorporado. No te costará demasiado encontrarlo. Son famosos y su uso está muy extendido. También podrías recurrir al llamado “pulpo”, con sus ocho patitas preparadas para alcanzar el último rincón de tu zona genital, pero, sinceramente, no son muchas las personas que quieran vérselas, de buenas a primeras, con un juguete que se asemeje demasiado a una escena de Alien.

Buscando el punto G en compañía

Si ya has descubierto y explorado tu punto G, ha llegado el momento de describir a tu compañero dónde y de qué forma te gustaría ser tocada. Dile que siga los pasos que tú seguiste para descubrirlo y, para ello, que se sirva de sus dedos y de algún juguete. Oriéntale.

A la caza del punto G

Para jugar al juego que te proponemos necesitas poca cosa: un vibrador o un consolador y un poco de lubricante. Si lo deseas, también puedes servirte de un acompañante, pero no es imprescindible. Esta cacería puedes realizarla sola. Hasta sería interesante, si no has practicado antes, que la hicieras sola.

Masturbarse con una funda de pene

No descubrimos nada nuevo si decimos que los hombres no sólo se han masturbado a lo largo de la historia con las manos. Desde frotarse contra la almohada hasta buscar agujeros más o menos extraños y acogedores, la gama puede ser tan amplia como la imaginación del masturbador.

Masturbándose con un vibrador

Puede ser (esperamos) que hayas conocido el orgasmo y lo hayas gozado sin necesidad alguna de recurrir a un vibrador. Si es así, es muy fácil que te preguntes para qué necesitas un vibrador si con tu mano te bastas y te sobras. Sólo te diremos una cosa: ¿para qué lavar a mano si puedes hacerlo a máquina?

Si nunca has tenido un orgasmo

¿Puede ser que nunca hayas tenido un orgasmo? Pues ha llegado el momento de que te saques esa espinita que llevas clavada y descubras la gloria que todo orgasmo trae consigo. Te vamos a recomendar dos tipos de consolador que te van a ayudar a ello. Los hemos elegido guiándonos por dos motivos: la intensidad de sus vibraciones y su poco aparatosa apariencia.

El condón y la seguridad sexual

Quizás no hayas caído en ello, pero uno de los componentes claves para tener sexo seguro es, al mismo tiempo, un humilde y tal vez poco apreciado juguete sexual: el condón. ¿Cuántos otros accesorios eróticos pueden prevenir el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual y, al mismo tiempo, presentarte ante ti en una gran variedad de tamaños, texturas, colores y sabores?

Lubricación y sensualidad

Se ha escrito mucho sobre la importancia de ampliar nuestra definición de sexo para hacerla que abarque mucho más de lo que es la simple relación sexual. Después de todo, la sexualidad de uno abarca mucho más de lo que es el simple acto de follar. El oído, el gusto y el tacto, así como lo que podemos oler o ver, forman parte de nuestra experiencia sexual.

Juguetes para el sadomasoquismo

Muchas personas piensan en el sadomasoquismo como una práctica sexual aberrante que implica necesariamente dolor. Nada más lejos de la realidad. SM es la abreviación que comúnmente se utiliza para referirnos al término “sadomasoquismo”. Hay muchos matices que aclarar cuando se habla de sadomasoquismo.