Uno de los aprendizajes básicos para disfrutar de un sexo más intenso y pleno es el aprendizaje del control eyaculatorio. Saber retrasar el orgasmo e impedir su precipitación es fundamental a la hora de gozar de nuestra sexualidad. La eyaculación precoz aparece en el imaginario colectivo de hombres y mujeres como uno de las trabas que impide a ellos prolongar su tiempo de placer y a ellas alcanzarlo plenamente. ¿Cuántos chistes no se han hecho y se hacen a diario sobre esa precipitación eyaculatoria que deja a las mujeres a medias y que deja en el hombre un regustillo a faena mal rematada? El control del orgasmo y la capacidad de retardarlo aparecen, pues, como dos cualidades que deben adornar al buen amante. Para conseguir ambos objetivos hay que centrar los esfuerzos en el aprendizaje de la respiración y en el entrenamiento y control de la musculatura del abdomen.
Mejora tus posibilidades de controlar el orgasmo
Apretar y tonificar los músculos de la parte inferior del abdomen y en el área de los genitales es importante tanto para hombres como para mujeres.
La satisfacción sexual empieza en nosotros mismos. Somos nosotros los que tenemos que prepararnos para poder disfrutarla. Somos nosotros los que debemos servir y rendir adoración al dios o diosa que habita dentro de cada uno de nosotros. Por eso debemos dedicar tiempo a mejorar nuestro estado físico y a cuidarnos y mimarnos. Del tiempo que dediquemos a nuestro propio entrenamiento se derivará, después, una mejor obtención de resultados.
Los ejercicios Kegel o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo (músculo PC), y que en su versión más sencilla consisten en una serie de ejercicios destinados contraer los músculos que utilizas cuando quieres detener el flujo de la orina en medio de su torrente, son una buena manera de empezar a fortalecer dichos músculos y de controlar su funcionamiento. Los hombres también debéis practicar con vuestras ingles y con los músculos anales. Estos ejercicios deben hacerse también por parte de las mujeres hasta que podáis detener el flujo de la orina con facilidad y mantener un objeto liso y compacto en la vagina sin que caiga al suelo o escape de ella. Los hombres, por vuestra parte, y al practicar vuestros ejercicios de contracción, podéis colgar, para aumentar los beneficios del ejercicio, una toalla de la punta de vuestro pene erecto.
Durante el acto sexual, la pareja debe moverse sobre las fronteras del orgasmo pero sin llegar a traspasarla. El “estar a punto” pero no llegar es una situación de placer en el que es muy conveniente y satisfactorio mantenerse. Con la práctica, dicho orgasmo debe estar menos y menos centrado en el área de los genitales y debe ser algo que afecte a todo el cuerpo. Para ello, es importante que aprendas a regular la respiración y a aprovechar toda la energía de tus chakras inferiores.
Si eres hombre y te sientes próximo al orgasmo, respira más lenta y profundamente y contrae el músculo en la base del pene. Será en este momento cuando la utilidad de los ejercicios Kegel se plasme de una manera clara. También es muy importante que, llegado a ese momento cercano al orgasmo, conozcas la técnica de prevención de la eyaculación que consiste fundamentalmente en presionar el perineo. Tu pareja puede ayudarte en esto manteniendo no sólo el contacto visual, sino favoreciendo un tipo de respiración determinada, más calmada. Hacerlo de manera profunda y siguiendo un ritmo pausado permite que el abdomen aumente y que se ejerza un control mayor sobre los genitales. Intenta también, en la medida de lo posible, relajar los músculos de tu cuerpo.
Las enseñanzas del Tantra
Con la experiencia, es posible que puedas sentir que estás aprovechando la energía existente del lugar en que te encuentres y que esa energía cree un circuito entre tú y tu pareja. Si empiezas a pensar en estos términos, te habrás situado ya en los terrenos en los que se mueven los más experimentados practicantes del Tantra. Será fácil que, en ese momento, empieces a hablar de tu relación sexual tántrica como de una experiencia cósmica o trascendente. Cuando eso suceda, tu vida ya habrá cambiado. Te sentirás más completo y feliz.
Podrás decir que el sexo que practicas es sexo tántrico cuando aprendas a controlar y a aumentar tu energía kundalini. Regular el flujo de energía es lo que permite a las mujeres experimentar orgasmos en todo el cuerpo y a los hombros tener la experiencia de llegar al orgasmo sin eyacular. Sin embargo, los efectos del Tantra pueden ser más amplios. Sus beneficios no se reducen a lo sexual. Gracias al Tantra, la persona puede aumentar su agilidad mental, equilibrar sus hormonas, reducir el estrés y mejorar su autoestima. Con todo ello, la persona aumentará su bienestar en general. En ese aumento del bienestar jugará un papel importante, sin duda alguna, el sexo. El acto sexual tántrico te permitirá, desde los genitales, llenar de energía todo tu cuerpo. Esto estimulará todo tu sistema glandular y redundará beneficiosamente en tu salud.
A través del Tantra podemos aprender a prolongar la mágica conexión existente entre los dos miembros de la pareja, sea cual sea el sexo o la orientación sexual de ésta.
Debido a que el objetivo final del Tantra es la unión con lo divino, no siempre es necesario contar con un socio o una pareja para disfrutar del sexo. En próximos posts te iremos proporcionando las técnicas más adecuadas para disfrutar contigo mismo del sexo.