Masturbación para las mujeres
En el mundo tántrico, la vagina recibe el nombre de yoni. Yoni significa “cueva de las maravillas”. El nombre le viene de perlas. Son muchas las maravillas de placer que tú, mujer, puedes encontrar en tu vagina y en los rincones de su compleja anatomía. El auto-placer, qué duda cabe, te ayudará descubrir y a experimentar con todo lo que tu cuerpo en general y tu yoni en particular pueden ofrecerte.
La vagina es una zona muy vulnerable de tu cuerpo. A menudo, esta zona no recibe el delicado honor que se merece. Si eso se prolonga demasiado tiempo, tu yoni puede padecer un importante proceso de desensibilización. Esto es dramático. Puede hacer que te desencantes del sexo. Y eso es perderse uno de los grandes placeres de la vida.
Cuando se habla de auto-placer femenino, muchas mujeres se vuelven obsesivas respecto a su clítoris. El hecho de que esté ahí sólo para sentir placer sexual no quiere decir que sólo a través de él y de sus (según estudios) casi 3000 terminaciones nerviosas pueda sentirse placer. Recuerda que toda tu zona genital es capaz de sentir una profunda y placentera satisfacción. A través de la auto-estimulación puedes despertar a tu chakra base y hacer que cada uno de los nervios que finalizan o rodean tu vagina sienta la alegría de un placer desbordado.
Por eso cada mujer debe forjar una relación amorosa con su vagina. Haciéndolo, podrá transmitir a su pareja cómo desea que su yoni sea tratado, acariciado, lamido o penetrado. Te aconsejamos que, con un espejo en la mano, pases el tiempo necesario reconociendo los recovecos de tu coño, su carácter único y su belleza. Míralo de cerca y distingue su color, su forma, sus contornos y su humedad. Mira tu clítoris. Observa tu orificio uretral. Busca tu punto G. Respira profundamente mientras haces estas cosas. Mantente relajada.
Cura del yoni
Las curaciones son sesiones terapéuticas realizadas por un profesional médico con experiencia que, con sus manos, ofrece una guía práctica para que la mujer pueda curar su yoni. Estos tratamientos suelen servir de ayuda a mujeres que se sienten incómodas con la penetración, sienten dolor tras una cirugía o un parto o se han sentido traumatizadas por unas primerizas experiencias sexuales negativas. Estos profesionales ayudan a la mujer a disfrutar nuevamente de su vagina.
Haz el amor con tu yoni
El yoni se ha diseñado para ofrecerte un inmenso placer de muchas maneras. Aprovecha para disfrutar de tu cuerpo y descubrir y disfrutar de tu vagina tanto como te mereces. ¿A que no le prestas la atención debida? Pues ha llegado el momento de hacerlo. Realiza la meditación que te apuntamos a continuación con regularidad y conseguirás sensibilizar así ámbitos que, hasta ahora, permanecían inexplorados por ti. Aprovecha esta nueva toma de conciencia de tu cuerpo y de su sexualidad para aprovecharla y disfrutarla al máximo.
Empieza el ritual de auto-placer y exploración regalándote una sensual ducha o un baño relajante. Tras él, acaricia tu cuerpo con lociones de masaje o aceites hidratantes.
Pon música erótica o que te sugiera, de un modo u otro, una caricia erótica y siéntate cómodamente.
Empieza a tocar y acariciar con tus dedos y suavemente la parte exterior de tu vagina. Toca como si nunca hubieras tocada la puerta de entrada a la cueva de las maravillas. Como si estuvieras descubriéndola por vez primera.
Masajea tus labios vaginales lenta y sensualmente. Descubre y concéntrate en las sensaciones que vayan surgiendo.
Tómate tu tiempo para acariciar y estimular tu yoni y desplaza tus dedos hasta tu clítoris para estimularlo.
Frota suavemente esa zona esponjosa que está justo debajo de la abertura de la uretra. Este es el comienzo del punto-G. Nota la sensibilidad de esa zona. Puede que sientes necesidad de orinar. No te preocupes. Es normal.
Sigue acariciando las diferentes zonas de tu coño. Seguramente te gustará hacerlo hasta que llegues al orgasmo. Si no es así, disfruta de las maravillosas sensaciones de placer que, desde tu vagina, irán acariciando tu cuerpo entero.