Discapacidad y sexo
¿Pueden las personas que tengan limitada la movilidad de sus extremidades o que padezcan algún tipo de discapacidad física disfrutar del sexo? Sí. Sin duda. Y, sin embargo, durante mucho tiempo, se ha evitado el hablar de este tema por considerarlo, quizás, un tema incómodo. Eso, qué duda cabe, no ha servido para dar una vida mejor a las personas que han padecido o padecen algún tipo de discapacidad física o mental. Muchas de ellas, con la autoestima dañada a causa de su discapacidad, han renunciado al sexo renunciando así a algo vital para disfrutar de una mayor calidad de vida.
A las personas con discapacidad les ha faltado mucho apoyo y les ha faltado, por encima de todo, información. A las personas con algún tipo de diversidad funcional física les ha faltado, por ejemplo, la cercanía de alguien que les explicara lo que nunca debería olvidarse: que el disfrute sexual germina o nace en los sentidos y que los sentidos son cinco. Una determinada diversidad funcional podrá afectar a algunos de ellos, pero el resto permanecerán activos y listos para disfrutar de la relación sexual. ¿O no pueden disfrutar los ciegos del sexo? ¿O no pueden hacerlo los sordos?
Así, al hablar de la relación entre discapacidad funcional y relaciones sexuales hay que tener siempre presente:
- Que las personas con discapacidad no son asexuadas.
- Que las personas con diversidad funcional física no sólo se emparejan con otras personas con discapacidad.
- Que las personas con discapacidad experimentan, como personas que son, deseos sexuales.
- Que las personas que padecen, por ejemplo, una lesión en la médula ósea y que padecen inmovilidad de la cintura para abajo, tienen deseos sexuales.
En muchas ocasiones, son las propias personas con discapacidad, como hemos visto, quienes renuncien a la sexualidad por vergüenza o por creer, incluso, que no son capaces de mantener relaciones sexuales. Estas personas necesitan contar con el apoyo de personas especializadas que les asesoren acerca de las alternativas y las posibilidades que tienen a su alcance para combinar la discapacidad funcional con el ejercicio de la sexualidad. Los especialistas deberán asesorar a las personas con discapacidad para saber cómo y con qué ser estimulados física y psicológicamente y deberán, también, asesorar a las parejas de estas personas.
El Silla Sutra, Sexualidad Activa
Asumiendo, pues, que las personas con discapacidad pueden gozar de una buena vida sexual, lo que hay que buscar es la manera de disfrutar de dicha sexualidad o, lo que viene a ser lo mismo, escoger la postura que lo permita. Para ello, una buena opción es recurrir a Silla Sutra, Sexualidad Activa, una obra creada por Arturo Valdez Guzmán.
Arturo Valdez Guzmán tuvo un accidente en motocicleta hace más de veinte años y, a consecuencia de él, perdió la capacidad de caminar. Diez años después del accidente, y ante la falta de información sobre temas de sexualidad en personas con discapacidad, Arturo Valdez Guzmán se fijó como objetivo vital crear una obra que compartiera con otras personas con discapacidad soluciones, consejos, técnicas y herramientas que posibilitaran y facilitaran el que esas personas pudieran disfrutar del placer sexual. En Silla Sutra, Sexualidad Activa, Arturo Valdez Guzmán explica cómo mover la silla de ruedas mientras se practican relaciones sexuales, qué rutinas de higiene tomar y propone opciones y da consejos sobre qué hacer antes, durante y después de las relaciones sexuales.
Arturo Valdez Guzmán lo ha explicado en más de una ocasión de una manera muy explícita. “El hecho de que ya no sienta mi pene o mi vagina”, ha dicho Valdez Guzmán, “no quiere decir que no pueda disfrutar sexualmente con la boca, la lengua, las palabras o una mirada”. De lo que se trata, afirma Valdez Guzmán, es de buscar posiciones tanto físicas como mentales para ser capaces de extraer todo el placer posible de un beso, una mirada o un olor. Y es que, después de todo, una de las principales pretensiones de Arturo Valdez Guzmán a la hora de escribir Silla Sutra, Sexualidad Activa es evitar la genitalización de la sexualidad de las personas con discapacidad. Por ello se tratan una serie de temas que no tienen que ver de manera directa con cuestiones sexuales.
Junto a Silla Sutra, Sexualidad Activa hay que destacar Kamasutra dei Disabili, una obra redactada en italiano por Gabriel Viti pero que, muy visual, incluye 57 ilustraciones de posturas eróticas realizadas por personas que padecen diferentes diversidades funcionales. En estas ilustraciones pueden observarse a personas en sillas de ruedas, personas con andador, personas con una extremidad amputada, etc.
Equipos de ayuda para combinar sexo y diversidad funcional física
Las personas con diversidad funcional física pueden contar con la ayuda de diversos equipos que han sido creados para que puedan adoptar las posturas sexuales necesarias para poder disfrutar de su sexualidad.
Uno de esos equipos es la silla creada por Alan Tholkes, un estadounidense que quedó cuadrapléjico tras sufrir un accidente. Esta silla, patentada como IntimateRider y lanzada al mercado en 2007, es una silla de oscilaciones pequeñas que, sin motores ni resortes, y sólo con el impulso del torso, ofrece un deslizamiento que mejore la movilidad sexual. Esta silla puede ser utilizada por personas con lesión en el cordón espinal, con artritis, con trauma cerebral, con esclerosis múltiple, con parálisis cerebral o con amputaciones. La IntimateRider puede ser utilizada también por personas de edad avanzada o por personas que padecen dolores de espalda.
Pensando en la combinación entre discapacidad física y sexualidad se han creado también sillas reclinables con descansabrazos y descansa pies que se extienden así como todo tipo de cojines, almohadas, colchones y muebles de un tipo u otro que ayudan a poder realizar una amplia variedad de posiciones sexuales.
Junto a estos productos destinados a combinar discapacidad y sexo, hay que destacar también la creación por parte de algunos investigadores del British Columbia Institute of Technology en Canadá de varios prototipos de vibradores para hombres y mujeres que padezcan paraplejía o tetraplejía. Con estos prototipos se ha perseguido crear productos que proporcionen un tipo de estimulación (más rápida o más fuerte) que no puede proporcionar un ser humano.