Una técnica milenaria
En Mesopotamia, en el antiguo Egipto, en la India, en Grecia, en los países árabes, en China… en todos esos lugares podemos encontrar pruebas del uso de ventosas como método para, mediante la aplicación de las mismas sobre la piel y el uso del vacío, estimular la circulación sanguínea y linfática.
Esta técnica de masaje, denominada cupping, es una de las técnicas estrella de la medicina alternativa, y puede realizarse de diferentes maneras. Cada una de ellas caracterizará un tipo diferente de cupping. En algunos casos, la ventosa, una vez hecho el vacío, se moverá sobre la piel del paciente. En otros, la ventosa se colocará sobre un único punto y se dejará fija allí. Algunas prácticas del cupping se fundamentan en la aplicación de la ventosa durante sólo unos segundos (esta aplicación se suele escoger para reducir el exceso de mucosidad en los casos de congestión pulmonar); otras, y tras la aplicación de la ventosa durante unos minutos, se combina con una técnica de sangrado para descongestionar la zona que se está tratando.
Empleada como técnica médica, como hemos visto, desde hace milenios, el cupping se ha empleado para tratar enfermedades que van desde alteraciones sanguíneas como la anemia hasta enfermedades reumáticas como la fibromialgia o la artritis. La migraña, la depresión, la ansiedad, el acné, la hipertensión o el asma son, entre otras, algunas de las enfermedades que ha sido en algún momento tratadas con la aplicación de ventosas. Fortalecer tendones, eliminar toxinas, tratar contracturas, reducir edemas o disminuir inflamaciones son, también, algunos de los efectos derivados de la práctica del cupping.
El cupping ha adquirido ciertamente un cierto renombre gracias a que celebridades como Jennifer Aniston, Paris Hilton, Madonna, Julia Roberts o Victoria Beckham, entre otras, la han escogido, por unos u otros motivos, para incorporarlas a sus rutinas de cuidado personal. Quizás en el éxito del cupping entre las famosas hayan jugado un peso determinante el que Francis Ford Coppola incorporara en su película El Padrino II unas escenas en las que se podía contemplar cómo se aplicaban ventosas con finalidad terapéutica sobre el cuerpo de uno de los actores protagonistas.
¿Cómo se pone una ventosa de cupping?
La clave de la técnica del cupping es conseguir que la ventosa consiga hacer un efecto de vacío cuando se pegue al cuerpo. Será ese efecto de vacío el que permitirá la succión de la piel y de parte del músculo y la apertura de los poros.
En las ventosas de cristal (las más habituales en la actualidad junto a las de plástico y tras quedar algo desterradas las más antiguas de cerámica, arcilla o bambú) hay diversas maneras de generar el vacío necesario para que el cupping resulte efectivo. En todas ellas juega un papel fundamental el fuego. Él se encarga de consumir el oxígeno que está dentro de la ventosa para, inmediatamente, aplicarla sobre la piel antes de que vuelva a haber más oxígeno. Al colocar la ventosa sin oxígeno sobre la piel se hace el vacío.
Las ventosas de plástico, por su parte, están diseñadas para permitir que se haga el vacío en su interior sin necesidad de que se utilice el fuego para ello. Una pera de goma o una bomba de succión permiten extraer el aire del interior de estas ventosas una vez colocadas sobre la piel.
Para utilizarlas como instrumento de masaje (que es el que verdaderamente nos interesa en esta sección), las ventosas se colocarán sobre la piel tras haber sido ésta masajeada y tras haber sido tratada con aceite de masaje. Ese masaje previo evitará la hiperemia o acumulación de sangre en un órgano. Gracias a este tipo de masaje, el organismo podrá desintoxicarse de las toxinas que circulan por la sangre y la linfa. Para realizar este tipo de cupping, la de la pera de goma es la técnica más utilizada. Gracias a ella podrá realizarse un masaje que mejorará nuestro estado de salud y predispondrá a nuestro cuerpo para disfrutar más y mejor de una maravillosa sesión de sexo.
Existe, sin embargo, una serie de circunstancias en las que está contraindicado el uso de ventosas y la práctica del cupping. Esas circunstancias son las siguientes: los estados febriles, la embriaguez, la hemofilia y la propensión a padecer hemorragias. Las mujeres embarazadas deberán extremar las precauciones al recibir una sesión de cupping. Las ventosas no podrán aplicarse en determinados puntos.