Los achaques del tiempo
Los años pasan. Y los años pasan para todos y cada uno de los órganos de nuestro cuerpo. Ninguno de ellos queda al margen de esa ley implacable. También la vagina queda expuesta, y de qué manera, a los dictados inmisericordes del Rey Tiempo. La menopausia será, sólo, la forma más extrema de la plasmación de esa ley. Cuando ella llegue, la vagina experimentará una serie de cambios que, en muchas mujeres, tendrán nombres tan poco excitantes y atrayentes como sequedad, dolor o disminución de la libido.
Para minimizar la posibilidad de surgimiento de todos estos problemas y para que la vagina mantenga siempre un excelente estado de salud, hay que hacer de una serie de cuidados vaginales algo habitual. Sólo la prevención y un debido mantenimiento de la vagina pueden hacer que ésta pueda enfrentarse de un modo eficaz a esa ley de vida inexorable que es el paso de los años.
Ideas para un correcto cuidado vaginal
¿Pero qué cuidados son ésos de los que venimos hablando y que van a permitir a una mujer velar por la salud de su vagina? Vamos a escoger varios de ellos para que puedas ponerlos en práctica.
Piensa que la piel de tu vagina y de tu vulva es una piel especialmente delicada. Por eso no soporta bien el ser lavada con jabones perfumados. Este tipo de jabón resecará e irritará tus labios. De hecho, y aunque pueda parecerte extraño, la propia vagina se limpia a sí misma. Aun así, si desearas usar jabón utilízalo sin olor y combinándolo siempre con agua limpia y templada. Enjuagar bien la zona es fundamental para evitar irritaciones.
Algo también fundamental es extremar la higiene vaginal durante el período menstrual. Cambiar el tampón con frecuencia y evitar en la medida de lo posible el uso de toallas sanitarias es imprescindible para el cuidado vaginal. La copa menstrual, en este sentido, es una buena opción que permite una higiene más sencilla y natural.
Cambiarse de ropa mojada, orinar y lavarse tras mantener relaciones sexuales, consumir bastante yogurt (el yogurt posee las mismas bacterias que la vagina utiliza para autolimpiarse y mantenerse sana) o comer mucha fruta e ingerir mucha agua son, también, acciones que ayudan a mantener una correcta higiene y un correcto cuidado de la vagina.
El placer como método de mantenimiento
Otro recurso muy adecuado para cuidar de tu vagina sería utilizar regularmente las bolas de Kegel. Gracias a ellas no sólo reforzarás los músculos vaginales y podrás disfrutar más de tus relaciones sexuales consiguiendo unos orgasmos más intensos, también aumentarás tus niveles de lubricación, algo fundamental para un buen mantenimiento de tu vagina.
Utilizar un buen lubricante artificial sería, también, una buena manera de cuidar de tu vagina. Lo puedes usar durante tus relaciones sexuales y también cuando utilices las bolas de Kegel o algún tipo de juguete sexual. La inserción vaginal de juguetes sexuales tipo dildo, consolador o vibrador rabbit puede ser muy importante no sólo para la esperable obtención de placer, sino también para la ejercitación de los músculos de la vagina. Una vagina bien entrenada tiene muchas más posibilidades de ser una vagina sana que aquélla que, por unos motivos u otros, ni cata varón ni goza de la capacidad de dar placer de alguno de los maravillosos juguetes eróticos que las diferentes marcas lanzan hoy al mercado.
Una magnífica manera de entrenar la vagina y de cuidarla es masturbarse. Masturbarse ayuda a conocer el propio organismo, a tomar conciencia de él y a saber que este organismo debe cuidarse y mimarse continuamente. Nada mejor que acariciar la propia vagina con un poquito de lubricante en los dedos como para dar a esa vagina la elasticidad que le permita enfrentarse de manera digna al paso del tiempo y a sus estragos.
Ph vaginal
A la hora de mantener tu vagina en buen estado debes tener también en cuenta que el mantenimiento de un correcto ph vaginal es fundamental para el cuidado de la vagina. Un buen ph vaginal (que oscilaría entre 3,5 y 4,5) permite la proliferación de lactobacilos. Los lactobacilos son bacterias “buenas” que dificultan la aparición de enfermedades de transmisión sexual como la candidiasis y la vaginosis bacteriana. Aunque pueda parecer extraño, los preservativos, por su composición, ayudan a ese mantenimiento correcto del ph.
Algo que puede resultar negativo para el correcto mantenimiento de tu vagina son las cremas vaginales perfumadas o las duchas vaginales.
Otro modo de velar por la salud de la vagina es airearla. Nada mejor que estar sin bragas en casa. Nada mejor que lucir un vestido y pasear con él sin llevar nada debajo. Nada mejor que acudir a un centro nudista (puede ser un camping o una playa) para dejar que la vagina se airee. El contacto con la ropa interior impide ese airearse. Si ese contacto es imprescindible, que lo que toque los labios vaginales sea algodón.
Ten en cuenta todas estas medidas. Aplicarlas de una manera correcta te permitirá no sólo llevar a cabo una correcta higiene de la vagina. También te permitirá, durante más tiempo, gozar de ella y del placer que de ella pueda derivarse.