La compra de un juguete erótico
El mero hecho de comprar un juguete erótico no implica que eso, después, se traduzca en una sesión de sexo estratosférico. Quizás, tras la compra de un juguete para adultos, se espera una explosión de fuegos artificiales y lo que al final sucede es, sólo, un leve y poco escandaloso petardazo. En algunas ocasiones, la culpa es del juguete erótico en sí. En otras, del comprador del mismo.
¿Cómo puedes saber si has comprado el juguete erótico idóneo para ti y tus “circunstancias”? ¿Cómo puedes asegurarte de que el juguete que has elegido tiene la calidad adecuada? ¿Qué pasos debes seguir para que la compra de un juguete erótico sea satisfactoria?
Es difícil conquistar a estas preguntas. Por lo general, una experiencia decepcionante con un juguete acostumbra a ser debida a que el juguete ha sido comprado atendiendo a razones equivocadas. Un juguete erótico no puede impedir una ruptura sentimental. Tampoco puede expresar tus sentimientos por ti. Tampoco puede hacer que alguien se convierta, mágicamente, en tu pareja. En el fondo, y por suerte, las relaciones entre las personas dependen de algo mucho más sutil que algo que puede estar al alcance de cualquiera por un poco de dinero. El juguete sexual es, por supuesto, una ayuda para el goce sexual; un maravilloso invento para hacer del sexo una experiencia más rica y satisfactoria.
Para empezar, y antes de comprar un juguete erótico determinado, hay que preguntarse sobre lo que a uno le gusta hacer en la cama, o lo que le gustaría hacer, o lo que a la pareja le motiva sexual y especialmente. Ver videos de adultos puede ser una buena manera de descubrir las opciones del mercado y de comprobar, gracias a la imagen, qué nos motiva más, qué nos pone más. Si hay algo en esos videos que te llama la atención y te excita especialmente, toma nota para orientarte en tu compra. Si tienes confianza con algunos amigos o amigas que utilicen juguetes de este tipo, pregúntales sobre sus experiencias. Que ellos te expliquen con qué gozan más. Quizás eso pueda ayudarte.
Una de las mejores maneras, sin embargo, de descubrir qué es lo que puede servirte para gozar sexualmente es realizar una tarea de introspección sincera. Conócete a ti mismo. ¿Te motiva encontrar el punto G de tu pareja? ¿Quieres algo que puedas colocar en tu pene y que, al mismo tiempo, sirva para estimular su clítoris? ¿Te apetece experimentar un poco con la estimulación anal?
Para conocerte mejor, fíjate en la manera que tienes de masturbarte. ¿Qué tipo de estimulación te gusta al hacerlo? ¿Dura? ¿Blanda? ¿Lenta? ¿Rápida? Basándote en tu respuesta podrás buscar y comprar un juguete erótico que te proporcione una intensidad similar.
Conoce tus juguetes eróticos
Sabiendo la parte de tu cuerpo o del de tu pareja que quieres estimular, deberás buscar el juguete sexual que realice el trabajo justo de la manera que a ti te gusta. Para ello, quizás puedan servirte de ayuda las siguientes preguntas. Si las contestas, podrás reducir tus criterios de búsqueda y, con ello, acertar a la hora de elegir un juguete erótico dentro del amplio abanico de posibilidades que te proporciona la industria erótica.
- ¿Quieres un juguete erótico que estimule un punto determinado o uno que estimule dos o más puntos al mismo tiempo?
- ¿Quieres un juguete sexual que sea rígido o, por el contrario, lo prefieres flexible? Si optas por esta segunda opción, busca un juguete de caucho. Si optas por la opción rígida, busca algo de silicona o acrílico.
- ¿Quieres un juguete para adultos que imite la anatomía humana o prefieres que dicho juguete tenga una forma más caprichosa y un tamaño más discreto? Si el juguete es para insertarse, plantéate que longitud y anchura prefieres para el mismo. Si tienes previsto usarlo analmente, asegúrate de que tiene la base acampanada.
- ¿Quieres un vibrador? Infórmate sobre la intensidad de los mismos y sobre el ruido que realizan.
Contestadas estas preguntas, y antes de decidir qué juguete erótico y qué modelo en concreto deseas comprar, recuerda que hay materiales más fáciles de limpiar y más higiénicos que otros. Los materiales no porosos como la silicona, el plástico duro o el látex son más fáciles de limpiar que los materiales porosos.
Teniendo claro todo eso, ya puedes atreverte a comprar un juguete erótico.