El deseo que se fue
El deseo sexual no siempre se mantiene igual. Lo habitual es que tenga altibajos. Lo excepcional y preocupante es que nunca se tenga. ¿Por qué? Porque la libido es parte fundamental de la salud de la persona. Una persona sin libido es, en cierto modo, una persona que no está conectada a la vida. Por eso, cuando la libido desciende durante mucho tiempo, hay que buscar la manera de reactivarla. Porque hacerlo, porque reactivar la libido, es, en cierto modo, re-enchufar a la persona a la vida.
Para hacerlo, para conseguir reactivar la libido, es fundamental identificar primero cuáles son los motivos que han provocado que descienda y que se mantenga preocupantemente y durante un tiempo más prolongado del prudencial en niveles bajo mínimos. Una vez identificados los motivos, podremos, sirviéndonos de algunos rituales tántricos, reactivar la libido.
Entre las causas de la falta de libido podemos destacar las derivadas de la afectividad, las que tienen que ver con la salud, el estilo de vida y el nivel hormonal, las de tipo traumático, el estrés, la falta de compatibilidad y, finalmente, la que se conoce como “falta de polaridad sexual”. Veamos con mayor detenimiento cada una de dichas causas.
Causas afectivas
Una de las causas de la falta de libido puede ser lo que se conoce como desconexión en el corazón o, lo que viene a ser lo mismo, desconexión emocional. En la mujer (más que en el hombre) la apertura sexual y la predisposición al sexo viene directamente relacionada con la afectividad. Para que la mujer (por regla general) tenga ganas de sexo, debe sentirse especialmente conectada emocionalmente con la persona que está junto a ella y debe estarlo, además, de una manera positiva. Es decir: la mujer debe estar bien con esa persona.
Si la mujer posee pareja, los resentimientos o decepciones que puede acumular contra ella juegan directamente en contra de la libido. Saber auto-gestionar las emociones y saber resolver los conflictos de pareja es fundamental para evitar que se enquisten y acaben afectando negativamente a la libido.
Salud y hormonas
El estilo de vida, los niveles hormonales y la salud influyen directamente sobre los niveles de libido. Si la tiroides está afectada, por ejemplo, los niveles de libido disminuyen. También disminuye, en el caso de los hombres, si los niveles de estrógenos son altos. Un exceso de estrógenos juega en contra de la testosterona, hormona fundamental en el mecanismo del deseo del hombre. Para aumentar la testosterona hay que hacer que la sangre circule y para ello nada mejor que la práctica rutinaria de ejercicio físico.
Así, la causa principal de una baja libido acostumbra a ser, en muchos casos, un mal estilo de vida. Y un mal estilo de vida es aquél en el que se combina el sedentarismo con la mala alimentación. Una buena dieta ayudará a incrementar la libido de la misma manera que el exceso de consumo de alcohol o el tabaquismo hacen que disminuya.
Los ansiolíticos, los antidepresivos y, en ocasiones, los anticonceptivos, también pueden acabar afectando a la libido.
Causas traumáticas
Una persona puede tener la libido baja de manera habitual porque en algún momento de su vida padeció algún tipo de trauma relacionado directamente con la sexualidad. Los abusos durante la infancia, una violación, una mala experiencia sexual o, directamente, el resultado de una educación que haya inculcado en la persona la idea de que el sexo es algo sucio, puede castrar la libido de una persona.
Los recuerdos y los pensamientos negativos tienden a elevar un muro que separa a la persona del deseo de sexo y, por tanto, del disfrute de éste. Para derribar ese muro en ocasiones basta con profundizar en el conocimiento del Tantra y con adentrarse en sus prácticas. En los casos más complejos y graves, sin embargo, se aconseja recurrir a la terapia planificada y dirigida por un sexólogo o, en su caso, por un psicólogo.
El estrés
El estrés es uno de los grandes causantes de muchos de los males que aquejan en la actualidad a hombres y mujeres. El exceso de responsabilidad, el poco descanso, los desafíos del día a día… todo eso deja su poso en nuestra libido y puede ser el causante de su falta.
Para eliminar el estrés se aconseja recurrir a técnicas de meditación que, practicadas diariamente, ayudan a poner a raya el estrés y, con ello, a recuperar la libido. El Tantra ofrece también una serie de rituales y prácticas que, basadas en la meditación, ayudan a controlar el estrés, a disminuirlo, y a recuperar la libido.
Falta de compatibilidad
La falta de libido a veces se debe, simplemente, a que la persona que tenemos al lado no nos provoca eso que de manera popular se llama “chispa”. Puede existir, seguramente, una atracción intelectual. O un afecto. Pero la química y la conexión sexual son otra cosa. Corregir la falta de compatibilidad es, prácticamente, imposible. Como dice el dicho, “lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible”. Que no guste el olor del cuerpo de la otra persona. Que haya determinadas características físicas suyas que no simplemente no atraigan sino que, además, “echen para atrás”. Cualquiera de estos detalles puede estar detrás de la falta de libido cuando se vive en pareja. En dichas circunstancias, debe ser la propia persona la que debe valorar si puede mantenerse sin sexo o, por el contrario, considera que el sexo es parte demasiado importante de la vida como para renunciar a él única y exclusivamente por estar con la persona equivocada.
Falta de polaridad sexual
En Tantra, hablar de polaridad sexual es hablar de un equilibrio entre la energía femenina y la energía masculina. En las relaciones heteros en la que existe química y no existen factores de estrés, de salud o traumáticos que puedan provocar la falta de libido, si ésta acontece acostumbra a ser, habitualmente, porque hombre o mujer u hombre y mujer dejan de cumplir con su rol desequilibrando de ese modo ese equilibrio entre las energías femenina y masculina del que hablamos y que es, en el fondo, lo que mantiene activa la libido. Implicarse en el cumplimiento de esa función resulta enriquecedor y estimulante para la libido.
Haciendo un repaso de lo recogido en este artículo, podemos llegar a la conclusión de que la libido es una especie de ser vivo al que hubiera que cuidar cada día. El Tantra proporciona una serie de herramientas de gran utilidad para realizar dichos cuidados y para, gracias a ellos, impedir o prevenir la falta de libido.