Sexo oral al unísono
Si hay una postura famosa de entre las recogidas en el Kama Sutra ésa es el 69. El mítico 69. El 69 mostrado en tantas películas. El 69 que muchas personas tienen en los altares de sus prácticas eróticas preferidas. Otras, por el contrario, creen que el 69 está sobrevalorado. Que no es tanto como se dice. Entre estos últimos están las personas que no sienten especial apego al sexo oral y los que, pese a declararse fervientes seguidores del mismo, consideran que el 69 hace que el cunnilingus y la felación que se realizan al unísono pierden calidad respecto al cunnilingus y la felación que se realiza de manera alternativa y por separado. Es decir: que estas personas, amantes del sexo oral, valoran el cómeme ahora que ya te comeré después por encima del comámonos al mismo tiempo.
Vatsyayana, el autor del Kama Sutra, prestó sin embargo la debida atención al 69 en su famosa obra y propuso tres maneras de realizarlo. Conozcamos esas tres maneras.
Modalidades del Kama Sutra
En la primera de variante del 69, el hombre está tumbado boca arriba y la mujer, colocada a la inversa, sobre él. Los glúteos femeninos se encaran hacia el rostro del hombre y las piernas se muestran abiertas permitiendo así que la boca del hombre acceda a la vulva. Para ejecutar el 69 de este modo, la mujer debe tener una mínima condición física que le permita mantenerse en dicha postura durante el tiempo necesario para que el 69 resulte fructífero y se acaben alcanzando sus objetivos. Ese esfuerzo que la mujer debe realizar para practicar esta modalidad de 69 se ve recompensado por algo que puede resultar determinante para el placer obtenido por ella. Estando colocada arriba, es la mujer quien controla el ritmo y la intensidad del 69 y, por tanto, puede adaptar mejor ambos factores a sus necesidades.
La segunda variante de 69 alterna las posiciones de hombre y mujer que se han señalado en la variante anterior. Es decir: la mujer es la que ahora se coloca boca arriba y el hombre el que adopta la posición que anteriormente adoptaba la mujer. Así, el hombre es quien ahora debe realizar el esfuerzo físico de sostener su peso mientras practica el 69. En este caso, el hombre es quien tiene el control de la situación. Esto, y el hecho de que muchas veces los hombres dejen reposar parte de su peso sobre su compañera hace que, para muchas, esta variante del 69 no resulte especialmente atractiva. De hecho, la famosa sexóloga estadounidense Shere Hite, autora del afamado Informe Hite, expresó una opinión contundente al respecto. “Me gusta estar encima en el 69”, dijo, “porque así puedo controlar todo lo que se mete en mi boca. Debajo, siempre me atraganto o estoy al borde de la sofocación”.
Una opción para evitar esa sensación de sofoco o atragantamiento y, al mismo tiempo, evitar el tener que realizar esos esfuerzos que la mujer debía realizar en la primera variante de 69 que hemos comentado es la de optar por la variante de 69 consistente en que hombre y mujer se coloquen de lado, apoyando su peso hacia un costado. Adoptando esta postura, la pierna que no esté apoyada deberá colocarse de manera que permita el acceso de la pareja al área genital. Esta postura presenta frente a las anteriores una gran ventaja. Si en las otras, de alguna manera, las manos debían servir a quien estaba colocado arriba para sostenerse y aguantarse en una especie de medio equilibrio sobre el cuerpo de la pareja, en esta modalidad de 69 las manos quedan libres para poder acariciar todo aquello que el otro tenga de acariciable en su cuerpo (pecho, testículos, glúteos, etc.).
¿Has probado las tres modalidades de 69? Si no es así, quizás ahora sea el momento de hacerlo, ¿no crees? Nunca hay que despreciar las enseñanzas que Vatsyayana nos dejó en ese libro inagotable que es el Kama Sutra.